Oriente boliviano es el bloque compuesto por los tres departamentos del Este de Bolivia: Santa Cruz, Beni, Pando y la parte norte y noreste de los departamentos de La Paz y Cochabamba
Los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando juntamente con Tarija y Chuquisaca están luchando por la aprobación de sus estatutos autonómicos vía referendum.
Se caracteriza geográficamente por ser de tierras bajas en los llanos chaco-amazónicos. Hidrográficamente sus ríos alimentan a dos sistemas del continente sudamericano: la Cuenca del Amazonas y la Cuenca del Río de la Plata.
La región oriental representa el 59% del territorio de Bolivia Y el 49% de la población.
Esta, es la zona de Bolivia más próspera en cuanto al ganado, pero ha sufrido los devastadores efectos del fenómeno "El Niño" que han arrasado con gran parte de las riquezas de esta tropical región de Bolivia.
El resumen se consideraba mucho tiempo que El ambiente de la región de la Amazona de América del Sur tropical era de limitado potencial. Normalmente fue creído que en el pasado, como en el presente, la organización social y política de gentes indígenas era simple, que las poblaciones eran nómadas o ampliamente dispersaron encima del paisaje, y esa subsistencia era basado en cazar, mientras recogiendo, y la agricultura de la balanza pequeña. En los años sesenta, el descubrimiento de sistemas del campo levantados macizos, las calzadas, canales, montones de tierra de la ocupación y otros terraplenes desafiaron esta perspectiva. El Llanos de Moxos de las tierras bajas orientales de Bolivia es una región dónde las gentes prehispánicas construyeron a una inmensa infraestructura de terraplenes, mientras permitiendo a su cultura florecer durante varios mil años. Una juntura que el proyecto internacional de la Universidad de Museo de Pennsylvania de Arqueología y Antropología y el Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia ha estado investigando los precolombian aterrizan estrategias del uso de las gentes antiguas de la región de la Amazona boliviana de Baures para dos estaciones del campo. El acercamiento usado en este proyecto es eso de "arqueología del paisaje". se consideraba que Las personas nativas de Baures eran el más más "civilizado" grupo encontrado por los misioneros Jesuíticos tempranos en la Amazona boliviana. Ellos vivieron en numerosos pueblos grandes protegidos por los fosos y palizadas y construyeron calzadas grandes y canales para el transporte entre los pagos. Los terraplenes mencionados en la literatura del ethnohistorical eran parte de una tradición cuya historia sólo puede entenderse a través del registro arqueológico. Nosotros estamos investigando un complejo grande de terraplenes prehispánicos y los pagos asociados en esta región. El proyecto usa muchas técnicas arqueológicas normales de estudio, cartografía, y excavación para localizar, describe, y espacialmente graba los terraplenes y pagos. Computadora que traza las técnicas y análisis de la computadora de imaginería grabada por el satélite y el avión volante bajo orienta el trabajo diario en el campo y servirá como la base para un Sistema de Información Geográfico regional. El equipo del proyecto incluye a los arqueólogos profesionales y estudiantes de la arqueología de la Universidad de Pennsylvania, el Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia, Universidad el del de T‚cnica Beni, y el Universidad Alcalde San Andrés. La investigación de este proyecto también se usará para ayudar el plan, se establecerá, y se manejará un parque nacional en la región de Baures. Este proyecto es un estudio de viabilidad para una balanza grande futura la investigación multidiciplinaria en la región. La Introducción detallada El descubrimiento de los terraplenes prehispánicos macizos encima de las áreas anchas en las tierras bajas orientales de Bolivia en principios de las 1960s perspectivas tradicionales drásticamente desafiadas que consideran el desarrollo cultural en el desagüe amazónico. Un pre-1960s el tratamiento arqueológico de la Amazona habría enfatizado las limitaciones medioambientales típicamente al desarrollo cultural; el predominio de sociedades simples (las vendas y tribus); y los sistemas de subsistencia basaron en cazar, recogiendo, y pescar con un poco de agricultura limitada en la forma de cuchillada y quemadura (Meggers 1971; Mayordomo y Faron 1959; Mayordomo 1963). La documentación de la agricultura del campo levantada prehispánica en la región de Beni de Bolivia (Denevan 1966) y en otra parte en las tierras bajas tropicales húmedas de América del Sur (Lathrap 1970; Denevan 1966, 1970, 1983) demostró esa agricultura intensiva era posible y ese poblaciones grandes, densas se apoyaron en estas áreas. Nuestros miembros del proyecto han estado investigando los precolombian aterrizan estrategias del uso de las gentes antiguas de la región de la Amazona boliviana desde 1990 (Erickson 1995). Nuestra reciente investigación ha enfocado en Baures localizó en la Provincia de It‚nez, la Sección del Beni, en la parte nordeste de la Bolivia. El proyecto dirigió la investigación exploratoria intensiva en los terraplenes prehispánicos de Baures con un enfoque en los sitios de ocupación de moated en las islas del bosque y el causeway/canal conecta una red de computadoras de las sabanas durante dos periodo de fieldwork en 1995 (de 25 días y 14 días) y un mes de fieldwork en 1996 (el Erickson et al. 1995). el proyecto incluye a arqueólogos de la Universidad de Pennsylvania, el Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia, y estudiantes de la Universidad de Pennsylvania, Universidad Alcalde San Andrés (La Paz), y el Universidad el del de T‚cnica Beni (Trinidad). Colaborando las instituciones incluyen el Museo Universitario, Universidad de Wisconsin, CORDEBENI, el Ministerio boliviano de Turismo, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable, y el gobierno regional de la Sección del Beni y la municipalidad de Baures. Un "acercamiento de arqueología de paisaje" puede ser útil para el estudio de regiones y sitio de la non-ocupación ofrece como los terraplenes. La arqueología de enfoques del paisaje en el espacio entre los sitios de la ocupación, algo raramente consideró en la arqueología tradicional (Crumley y Marquardt 1987; Rossignol y Wandsnider 1992; Gleason y Molinero 1994). Éstos non-sitio o fuera de-sitio los rasgos culturales incluyen paredes del campo y límites, caminos y sendas, marcadores, las alineaciones, sagrados lugares, los lugares de memoria histórica, o en el caso de la Amazona boliviana, los terraplenes macizos y extensos (incluyendo campos levantados, calzadas, canales, depósitos, y montones de tierra). la arqueología del Paisaje intenta investigar ambos los procesos medioambientales y culturales involucrados en la formación de paisajes históricos sin imponer un determinismo medioambiental. En la Amazona boliviana el paisaje antiguo se modificó así dramáticamente que puede llamarse "anthropogenic" o "humano-creó" (Denevan 1966, Erickson 1980,; El Erickson et al. 1991, 1993, 1994, 1995). en otras partes del mundo el estudio arqueológico de rasgos culturales en el paisaje ha proporcionado una ventana en la organización social, orden espacial, cosmología nativa, calendrics, sistemas del pago, tenencia de la tierra, y otros problemas importantes (Scarborough e Isaac 1993; Gleason y Molinero 1994). se han usado adelantos Metodológicos que incluyen dándose cuenta de remoto, Sistema de Información Geográfico, Sistema del Posicionamiento Global, y computadora generados la cartografía topográfica eficazmente en la arqueología del paisaje. Estos métodos son empleado en este proyecto.
martes, 24 de agosto de 2010
LEVANTAMIENTO INDIGENA
Juan Manuel Cáceres, comprometido con la revolución del 16 de julio, había logrado escapar evitando así ser ejecutado por Goyeneche. Era mestizo y escribano y conocía muy bien la zona norte. Él había estado en comunicación con Titicocha que se levantó en Oruro; este cacique junto con Carlos Colque y el cura Jiménez Manco Capac habían elaborado un programa revolucionario de 12 puntos, el cual consideraba la supresión del tributo indígena, de la mita y de los cacicazgos, así mismo proponía el reparto entre los naturales de las tierras pertenecientes a los españoles.
Cáceres reunió un considerable contingente indígena con el que acompañó al ejército auxiliar en su marcha a Guaqui. Después de la derrota se replegó en Sicasica desde donde dirigía a los campesinos que obstaculizaban el paso de los realistas por la zona. Un grupo de sus partidarios bajó a La Paz donde se produjeron graves disturbios frenados por la llegada de Ribero quien venía de Cochabamba. La tregua duró poco, pues bajo el mando de Cáceres se levantaron los indígenas de Ayo-ayo, Calamarca y Sicasica, poniendo un cerco a la ciudad de La Paz, cerco que duró 45 días.
En La Paz se esperaba la ayuda de Goyeneche que tenía que venir del Desaguadero; al fin llegó un contingente comandado por José de Santa Cruz y Villavicencio, padre de Andrés de Santa Cruz. Cáceres se replegó a Larecaja, intentando poco después un nuevo sitio a La Paz. La situación en el altiplano era tan difícil que las autoridades del virreinato peruano decidieron pedir ayuda al cacique de Chincheros (Cuzco) Mateo Pumacahua para que haga frente a las tropas de Cáceres. Pumacahua, que había ayudado a los realistas en contra de Túpac Amaru, se alió con el cacique Manuel Choquehuanca, también colaborador de los realistas, y entre ambos entraron en La Paz. La atemorizada ciudad que conocía la penuria de dos cercos tuvo que soportar saqueos y represalias.
Cáceres no pudo llevar adelante su proyecto que incluía la reconstitución del incario y su figura se desvanece sin dejar rastro. El tambor mayor Vargas nos dice que todavía estaba activando la guerrilla de Sicasica en 1814- Nada más sabemos de él.
Las tropas realistas trataban de controlar el altiplano pese a los constantes ataques de los guerrilleros. En 1814 La Paz fue ocupada por tropas independentistas venidas del Cuzco donde se había levantado, proclamando la independencia, el cacique Mateo Pumacahua otrora aliado de los realistas. Su actitud fue de adhesión a los hermanos Ángulo de Cuzco que se rebelaron apoyándose en el elemento indígena; rebelión que según el historiador peruano Vargas Ugarte, tenía mucha similitud con el levantamiento de Túpac Amaru en 1781. Como el movimiento indígena de 1814, pretendía extenderse al Alto Perú se envía un contingente a La Paz, encabezado por Juan Manuel Pinelo y por el cura Ildefonso de Las Muñecas, canónigo de la catedral de Cuzco. Pumacahua, entre tanto, fue a Arequipa junto con Vicente Ángulo pero, perseguido por las tropas realistas, fue apresado y ahorcado en Sicuani el año de 1815.
La figura de este cacique es una de las más controvertidas de la historia andina, muestra las indecisiones y angustias de quienes tuvieron que vivir el paso de la sociedad virreinal a la sociedad republicana.
Pinelo y Muñecas, bajaron con sus tropas por Azángaro y Carabaya donde se les plegaron millares de indios; llegaron a Puno y de allí se dirigieron a La Paz. Era intendente de la ciudad el marqués de Valdehoyos que se preparó para resistir. Los asaltantes tomaron la ciudad y apresaron al intendente. Cuatro días después de la entrada de los cuzqueños explotó el cuartel donde éstos estaban alojados, se culpó del desastre a Valdehoyos y los otros realistas que estaban en la ciudad, y empezó una matanza en la que perecieron José de Santa Cruz y Jorge Ballivián, padres respectivamente de Andrés de Santa Cruz y José Ballivián quienes serían posteriormente presidentes de la república de Bolivia. Para controlar la rebelión vino a La Paz el general Ramírez, entonces Pinelo y Muñecas huyeron a Larecaja. En La Paz algunos revolucionarios resistieron, entre ellos estaban dos mujeres: Vicenta Juaristi de Eguino y Simona Manzaneda. El general Ramírez entró en la ciudad en noviembre de 1814, encarcelando y fusilando a todos los comprometidos con los rebeldes. Fue nombrado intendente de la ciudad Mariano Ricafort.
Historia de las Rebeliones indígenas
Tupac Amaru y Tupac Katari son dos indígenas de la Colonia que se rebelaron contra la dominación española, el primero de ellos en las cercanías del Cuzco (Perú) y el segundo en el Alto Perú (actual Bolivia).
Las tensiones sociales aumentaron cuando en 1779 comenzó la guerra anglo española que se extendería hasta 1783, y que para América hispana significaría un aumento en los impuestos para poder financiar la guerra al otro lado del Atlántico.
Tupac Amaru II
El 4 de noviembre de 1780, José Gabriel Condorcanqui, cacique de Tinta, Surimana y Tungasuca, apresó al corregidor Antonio de Arriaga y seis días después lo mandó ejecutar públicamente. El cacique se hizo llamar Túpac Amaru II, proclamándose descendiente de Túpac Amaru I, último de los incas rebeldes de Vilcabamba, quien fue ejecutado por el virrey Toledo.
Túpac Katari
Julián Apaza Nina, más conocido como Túpac Catari, Katari o Qatari (Ayo Ayo, provincia de Sica Sica, 1750 – La Paz, 15 de noviembre de 1781) fue indígena aimara que lideró un levantamiento contra las autoridades coloniales en el Alto Perú, junto a su esposa Bartolina Sisa.
Adoptó el nombre Túpac Katari tomando partes de los nombres de dos líderes originarios contemporáneos: por un lado, a Túpac Amaru; y por otro, a Tomás Catari, cacique de Chayanta.
Como parte del levantamiento, Túpac Katari formó un ejército de 40.000 hombres y cercó a la ciudad de Chuquiago (actualmente La Paz), dos veces en 1781, pero las tropas coloniales consiguieron romper el primer cerco.
Posteriormente Andrés Túpac Amaru se unió a Túpac Katari en un segundo cerco a La Paz, pero maniobras políticas y militares, así como líderes originarios contrarios al levantamiento acabaron con el mismo. Los cabecillas fueron apresados y ejecutados.
Katari se rebeló hace 229 años
Sin que se haya conocido antes de su existencia, Julián Apaza, autonombrado virrey Tupac Katari, emergerá en el escenario de Charcas aymara para lanzar su grito de rebelión que pondría en vilo a la ciudad de La Paz.
“Los primeros pasos de Tupac Catari se inician en febrero de 1781, en la región de Sicasica, provincia intermedia entre Oruro y La Paz”, asienta María Eugenia del Valle de Siles, la fallecida historiadora que más ampliamente documentó las rebeliones indígenas, en particular la del entonces territorio de Charcas.
Su libro Historia de la rebelión de Tupac Catari, publicado en 1990 como resultado de 20 años de trabajo, fue revelador pues, antes de esta obra, los sucesos del siglo XVIII apenas aparecían mencionados, y, si así pasaba, era más con tintes literarios que rigurosamente históricos.
Movilizaciones indígenas hubo varias desde el momento mismo de la conquista. Como afirma Del Valle de Siles, “los levantamientos indígenas de 1780 y 81 en Perú (Tupac Amaru II) y Alto Perú (Tupac Katari) no fueron los primeros ni los únicos. Desde 1572, año en que se produjo la sublevación de Tupac Amaru I, violentamente sofocada por el Virrey Toledo, se inició en aquellos lugares del Imperio Español un largo proceso de movimientos indigenales. Tan sólo en el siglo XVIII y, antes de que se produjesen los de José Gabriel Condorcanqui o Tupac Amaru II, hubo en estos territorios casi una decena de ellos.
Los sucesos de 1780 y 1781
Sin embargo, “a ningún historiador actual le cabe duda de que (los sucesos) de 1780 y 81 constituyen un proceso diferente a las demás rebeliones. Las anteriores constituyeron, por lo general, movimientos breves muy localizados y obedecieron ordinariamente a motivos concretos de protesta ante alzas de contribuciones, abusos de corregidores en los repartos, malquerencias o descontento frente al proceder de determinados funcionarios o instituciones”. Pero, “no implicaron planes políticas independentistas y fracasaron siempre porque frente a ellos existía un Estado vigoroso que reaccionaba enérgicamente”.
En cambio, el de Amaru y Katari —que tienen una conexión, si bien no una articulación que haga pensar en objetivos y estrategias comunes— tienen características especiales; “a los elementos anteriores se suman ahora la extensión y amplitud, la intensidad, la duración, el arraigo y la aparición de grandes caudillos”.
Además, “se ve desaparecer la antigua docilidad, paciencia y sumisión de los nativos, para ser reemplazada por una áspera violencia, crueldad y enardecimiento”. Si antes “los indígenas habían manifestado una verdadera incapacidad para mantener y asegurar sus derechos, ahora, en cambio, reaccionaban con actos de violencia sanguinaria, saqueos, y, sobre todo, con un odio implacable”.
Según Del Valle de Siles, “lo más seguro es que los primeros pasos del caudillo aymara se iniciaron en febrero de 1781 en la región de Pacajes, Yungas, Sicasica, corregimientos vecinos al de La Paz. En pocos días fue levantando con gran violencia las ciudades y pequeños pueblos vecinos de Ayoayo, Calamarca, Luribay, Araca, Yaco, Caracato, Sapaaqui, Laja y Viacha”. La acción continuará hasta que, el 14 de marzo de 1781, la ciudad de La Paz es cercada. “En todo este periodo, el caudillo atacó y dirigió personalmente su actuación; sin embargo, es tan oscuro su origen y tan misteriosa su aparición que los españoles creían que quien maniobraba era el propio Tupac Amaru”.
Cáceres reunió un considerable contingente indígena con el que acompañó al ejército auxiliar en su marcha a Guaqui. Después de la derrota se replegó en Sicasica desde donde dirigía a los campesinos que obstaculizaban el paso de los realistas por la zona. Un grupo de sus partidarios bajó a La Paz donde se produjeron graves disturbios frenados por la llegada de Ribero quien venía de Cochabamba. La tregua duró poco, pues bajo el mando de Cáceres se levantaron los indígenas de Ayo-ayo, Calamarca y Sicasica, poniendo un cerco a la ciudad de La Paz, cerco que duró 45 días.
En La Paz se esperaba la ayuda de Goyeneche que tenía que venir del Desaguadero; al fin llegó un contingente comandado por José de Santa Cruz y Villavicencio, padre de Andrés de Santa Cruz. Cáceres se replegó a Larecaja, intentando poco después un nuevo sitio a La Paz. La situación en el altiplano era tan difícil que las autoridades del virreinato peruano decidieron pedir ayuda al cacique de Chincheros (Cuzco) Mateo Pumacahua para que haga frente a las tropas de Cáceres. Pumacahua, que había ayudado a los realistas en contra de Túpac Amaru, se alió con el cacique Manuel Choquehuanca, también colaborador de los realistas, y entre ambos entraron en La Paz. La atemorizada ciudad que conocía la penuria de dos cercos tuvo que soportar saqueos y represalias.
Cáceres no pudo llevar adelante su proyecto que incluía la reconstitución del incario y su figura se desvanece sin dejar rastro. El tambor mayor Vargas nos dice que todavía estaba activando la guerrilla de Sicasica en 1814- Nada más sabemos de él.
Las tropas realistas trataban de controlar el altiplano pese a los constantes ataques de los guerrilleros. En 1814 La Paz fue ocupada por tropas independentistas venidas del Cuzco donde se había levantado, proclamando la independencia, el cacique Mateo Pumacahua otrora aliado de los realistas. Su actitud fue de adhesión a los hermanos Ángulo de Cuzco que se rebelaron apoyándose en el elemento indígena; rebelión que según el historiador peruano Vargas Ugarte, tenía mucha similitud con el levantamiento de Túpac Amaru en 1781. Como el movimiento indígena de 1814, pretendía extenderse al Alto Perú se envía un contingente a La Paz, encabezado por Juan Manuel Pinelo y por el cura Ildefonso de Las Muñecas, canónigo de la catedral de Cuzco. Pumacahua, entre tanto, fue a Arequipa junto con Vicente Ángulo pero, perseguido por las tropas realistas, fue apresado y ahorcado en Sicuani el año de 1815.
La figura de este cacique es una de las más controvertidas de la historia andina, muestra las indecisiones y angustias de quienes tuvieron que vivir el paso de la sociedad virreinal a la sociedad republicana.
Pinelo y Muñecas, bajaron con sus tropas por Azángaro y Carabaya donde se les plegaron millares de indios; llegaron a Puno y de allí se dirigieron a La Paz. Era intendente de la ciudad el marqués de Valdehoyos que se preparó para resistir. Los asaltantes tomaron la ciudad y apresaron al intendente. Cuatro días después de la entrada de los cuzqueños explotó el cuartel donde éstos estaban alojados, se culpó del desastre a Valdehoyos y los otros realistas que estaban en la ciudad, y empezó una matanza en la que perecieron José de Santa Cruz y Jorge Ballivián, padres respectivamente de Andrés de Santa Cruz y José Ballivián quienes serían posteriormente presidentes de la república de Bolivia. Para controlar la rebelión vino a La Paz el general Ramírez, entonces Pinelo y Muñecas huyeron a Larecaja. En La Paz algunos revolucionarios resistieron, entre ellos estaban dos mujeres: Vicenta Juaristi de Eguino y Simona Manzaneda. El general Ramírez entró en la ciudad en noviembre de 1814, encarcelando y fusilando a todos los comprometidos con los rebeldes. Fue nombrado intendente de la ciudad Mariano Ricafort.
Historia de las Rebeliones indígenas
Tupac Amaru y Tupac Katari son dos indígenas de la Colonia que se rebelaron contra la dominación española, el primero de ellos en las cercanías del Cuzco (Perú) y el segundo en el Alto Perú (actual Bolivia).
Las tensiones sociales aumentaron cuando en 1779 comenzó la guerra anglo española que se extendería hasta 1783, y que para América hispana significaría un aumento en los impuestos para poder financiar la guerra al otro lado del Atlántico.
Tupac Amaru II
El 4 de noviembre de 1780, José Gabriel Condorcanqui, cacique de Tinta, Surimana y Tungasuca, apresó al corregidor Antonio de Arriaga y seis días después lo mandó ejecutar públicamente. El cacique se hizo llamar Túpac Amaru II, proclamándose descendiente de Túpac Amaru I, último de los incas rebeldes de Vilcabamba, quien fue ejecutado por el virrey Toledo.
Túpac Katari
Julián Apaza Nina, más conocido como Túpac Catari, Katari o Qatari (Ayo Ayo, provincia de Sica Sica, 1750 – La Paz, 15 de noviembre de 1781) fue indígena aimara que lideró un levantamiento contra las autoridades coloniales en el Alto Perú, junto a su esposa Bartolina Sisa.
Adoptó el nombre Túpac Katari tomando partes de los nombres de dos líderes originarios contemporáneos: por un lado, a Túpac Amaru; y por otro, a Tomás Catari, cacique de Chayanta.
Como parte del levantamiento, Túpac Katari formó un ejército de 40.000 hombres y cercó a la ciudad de Chuquiago (actualmente La Paz), dos veces en 1781, pero las tropas coloniales consiguieron romper el primer cerco.
Posteriormente Andrés Túpac Amaru se unió a Túpac Katari en un segundo cerco a La Paz, pero maniobras políticas y militares, así como líderes originarios contrarios al levantamiento acabaron con el mismo. Los cabecillas fueron apresados y ejecutados.
Katari se rebeló hace 229 años
Sin que se haya conocido antes de su existencia, Julián Apaza, autonombrado virrey Tupac Katari, emergerá en el escenario de Charcas aymara para lanzar su grito de rebelión que pondría en vilo a la ciudad de La Paz.
“Los primeros pasos de Tupac Catari se inician en febrero de 1781, en la región de Sicasica, provincia intermedia entre Oruro y La Paz”, asienta María Eugenia del Valle de Siles, la fallecida historiadora que más ampliamente documentó las rebeliones indígenas, en particular la del entonces territorio de Charcas.
Su libro Historia de la rebelión de Tupac Catari, publicado en 1990 como resultado de 20 años de trabajo, fue revelador pues, antes de esta obra, los sucesos del siglo XVIII apenas aparecían mencionados, y, si así pasaba, era más con tintes literarios que rigurosamente históricos.
Movilizaciones indígenas hubo varias desde el momento mismo de la conquista. Como afirma Del Valle de Siles, “los levantamientos indígenas de 1780 y 81 en Perú (Tupac Amaru II) y Alto Perú (Tupac Katari) no fueron los primeros ni los únicos. Desde 1572, año en que se produjo la sublevación de Tupac Amaru I, violentamente sofocada por el Virrey Toledo, se inició en aquellos lugares del Imperio Español un largo proceso de movimientos indigenales. Tan sólo en el siglo XVIII y, antes de que se produjesen los de José Gabriel Condorcanqui o Tupac Amaru II, hubo en estos territorios casi una decena de ellos.
Los sucesos de 1780 y 1781
Sin embargo, “a ningún historiador actual le cabe duda de que (los sucesos) de 1780 y 81 constituyen un proceso diferente a las demás rebeliones. Las anteriores constituyeron, por lo general, movimientos breves muy localizados y obedecieron ordinariamente a motivos concretos de protesta ante alzas de contribuciones, abusos de corregidores en los repartos, malquerencias o descontento frente al proceder de determinados funcionarios o instituciones”. Pero, “no implicaron planes políticas independentistas y fracasaron siempre porque frente a ellos existía un Estado vigoroso que reaccionaba enérgicamente”.
En cambio, el de Amaru y Katari —que tienen una conexión, si bien no una articulación que haga pensar en objetivos y estrategias comunes— tienen características especiales; “a los elementos anteriores se suman ahora la extensión y amplitud, la intensidad, la duración, el arraigo y la aparición de grandes caudillos”.
Además, “se ve desaparecer la antigua docilidad, paciencia y sumisión de los nativos, para ser reemplazada por una áspera violencia, crueldad y enardecimiento”. Si antes “los indígenas habían manifestado una verdadera incapacidad para mantener y asegurar sus derechos, ahora, en cambio, reaccionaban con actos de violencia sanguinaria, saqueos, y, sobre todo, con un odio implacable”.
Según Del Valle de Siles, “lo más seguro es que los primeros pasos del caudillo aymara se iniciaron en febrero de 1781 en la región de Pacajes, Yungas, Sicasica, corregimientos vecinos al de La Paz. En pocos días fue levantando con gran violencia las ciudades y pequeños pueblos vecinos de Ayoayo, Calamarca, Luribay, Araca, Yaco, Caracato, Sapaaqui, Laja y Viacha”. La acción continuará hasta que, el 14 de marzo de 1781, la ciudad de La Paz es cercada. “En todo este periodo, el caudillo atacó y dirigió personalmente su actuación; sin embargo, es tan oscuro su origen y tan misteriosa su aparición que los españoles creían que quien maniobraba era el propio Tupac Amaru”.
AUDIENCIA DE CHARCAS
La Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas, conocida simplemente como Audiencia de Charcas, era el más alto tribunal de la Corona española en la zona conocida como Alto Perú (hoy Bolivia). Hasta 1776 fue parte del Virreinato del Perú, luego fue parte del Virreinato del Río de la Plata. El virrey del Perú la anexó a su virreinato en 1810. Tuvo su sede en la ciudad de La Plata, llamada también Chuquisaca o Charcas (Sucre desde 1839).
La Real Audiencia de Charcas fue creada por el rey Felipe II de España el 4 de septiembre de 1559 como parte del Virreinato del Perú, y regulada por reales cédulas de 29 de agosto de 1563, del 1 de octubre de 1566 y 2 de mayo de 1573 (recogidas posteriormente en Recopilación de Leyes de Indias de 1680).
Los límites del territorio sobre el cual ejercía jurisdicción fueron variando con el tiempo, según la distribución que hizo la Corona española. Al principio estuvo restringida a los territorios subordinados a la Provincia de Charcas, por lo que el virrey Conde de Nievas señaló el territorio originario de la provincia y de la Audiencia el 20 de mayo de 1561: "la dicha ciudad de La Plata con más de cien leguas de tierra alrededor por cada parte".
El 29 de agosto de 1563, Felipe II la amplió con la incorporación de la Gobernación del Tucumán, Juríes y Diaguitas, la Gobernación de Santa Cruz de la Sierra (esta última formada por las ex gobernaciones de Andrés Manso y Ñuflo de Chaves), la provincia de Moxos y Chunchos y las tierras que llegaban hasta la ciudad del Cuzco con sus términos (corregimientos dependientes). De esta forma su territorio jurisdiccional abarcó por el norte hasta las provincias de Sayabamba y Carabaya; al oeste por el desierto de Atacama hasta el Pacífico; al este hasta Moxos y Chunchos; y por el sur, el Chaco y Tucumán, Juríes y Diaguitas.
El 1 de octubre de 1566, se le incorporaron los territorios de la Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay.
El 30 de noviembre de 1568, la ciudad del Cuzco y sus dependencias fue reintegrada a la jurisdicción de la Audiencia de Lima, estableciéndose que Charcas conservara el territorio "desde el Collao hacia la Ciudad de La Plata".
Declaramos y mandamos que la dicha ciudad del Cuzco con su término y jurisdicción haya de estar y esté sujeta y debajo de la jurisdicción de la audiencia real de la dicha ciudad de los Reyes, como lo estaba antes
El 26 de mayo de 1573 se deslindó el territorio del Collao entre las dos audiencias:
declarando como declaramos que del dicho Collao hacia la ciudad de La Plata comience desde el pueblo de Ayoviri que es el de la encomienda de Juan Pancorvo, por el camino de Urcosuyo y desde el pueblo de Asilo, que es de la encomienda de Jerónimo de Castilla por el camino de Omasuyos y por el camino de Arequipa desde Atuncana que es de la encomienda de Carlos Inca, hacia la parte de los Charcas.
La Recopilación de Leyes de Indias de 1680, en la Ley IX (Audiencia y Chancilleria Real de la Plata, Provincia de los Charcas) del Título XV (De las Audiencias y Chancillerias Reales de las Indias) del Libro II, recoge los límites y los funcionarios de esta Audiencia:[1] [2]
En la Ciudad de la Plata de la Nueva Toledo, Provincia de los Charcas, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y Chancilleria Real: con vn Presidente: cinco Oidores, que también sean Alcaldes del Crimen: vn Fiscal: vn Alguazil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller, y los demás Ministros y Oficiales necessarios, la qual tenga por distrito la Provincia de los Charcas, y todo el Collao, desde el Pueblo de Ayabiri, por el camino de Hurcosuyo, desde el Pueblo de Assillo por el camino de Humasuyo, desde Atuncana, por el camino de Arequipa, ázia la parte de los Charcas, inclusivé con las Provincias de Sangabana, Carabaya, Iuries y Dieguitas, Moyos y Chunchos, y Santa Cruz de la Sierra, partiendo terminos: por el Septentrion con la Real Audiencia de Lima, y Provincias no descubiertas: por el Mediodia con la Real Audiencia de Chile: y por el Levante y Poniente con los dos Mares del Norte y del Sur, y línea de la demarcacion entre las Coronas de los Reynos de Castilla y de Portugal, por la parte de la Provincia de Santa Cruz del Brasil. Todos los quales dichos terminos sean y se entiendan, conforme á la ley 13 que trata de la fundacion y ereccion de la Real Audiencia de la Trinidad, Puerto de Buenos Ayres, porque nuestra voluntad es, que la dicha ley se guarde, cumpla y execute precisa y puntualmente.
En la Ley XV (Que el Corregidor de Arica, aunque sea del distrito de la Audiencia de Lima, cumpla los mandamientos de la de los Charcas), del Título XV, de la Recopilación de Leyes de Indias, se establece una dependencia especial para el Corregimiento de Arica:
Mandamos, que sin embargo de que la Ciudad y Puerto de Arica sea y esté en el distrito de la Real Audiencia de los Reyes, el Corregidor, que es, ó fuere de ella, cumpla los mandamientos de la Real Audiencia de los Charcas, y reciva y encamine, como se le ordenare, las personas que enviare desterradas. Y ordenamos á nuestra Audiencia de los Charcas, que no cumpliendo el Corregidor lo sobredicho, haga justicia.
El 6 de diciembre de 1661 sufrió la separación de sus territorios del sur (Río de la Plata, Paraguay y Tucumán) al crearse la Real Audiencia de Buenos Aires, pero de nuevo, el 31 de diciembre de 1671 al ser suprimida esta última, se reincorporaron tales territorios para ser más efectiva la persecución del contrabando, a pesar de los inconvenientes que sufrían aquellos que precisaban la intervención de la Audiencia por las enormes distancias que debían recorrer.
La creación del Virreinato del Río de la Plata hizo que el territorio jurisdiccional de la Audiencia de Charcas pasase a esta nueva zona administrativa en 1776. El 14 de abril de 1783 se creó nuevamente la Real Audiencia de Buenos Aires reemplazando la jurisdicción de Charcas por el sur (Río de la Plata, Paraguay y Tucumán).
Al tiempo de la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, la jurisdicción de la Audiencia de Charcas abarcaba 26 corregimientos, cada uno de los cuales dependía de las ciudades del Cuzco, La Plata y La Paz, que conformaban la Provincia de Charcas. Comprendía también aquellos de las gobernaciones del Río de la Plata, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra.
En cuanto a la dependencia eclesiástica:
Dependían del obispado del Cuzco los corregimientos de: Lampa, Azángaro y Carabaya.
Dependían del arzobispado de La Plata los corregimientos de: La Plata-Potosí, Oruro, Parma, Carangas, Chayanta, Cochabamba, Porco, Tarija, Tomina, Yamparaes, Lipes, Atacama, Apolobamba, Pilaya y Paspaya y Pomabamba.
Dependían del obispado de La Paz los corregimientos de: La Paz, Larecaja, Sicasica, Pacajes o Berenguela, Omasuyos, Chucuito y Paucarcolla.
Dependía del obispado de Santa Cruz de la Sierra el corregimiento de: Mizque.
El 3 de mayo de 1787, a través de una Real Cédula, se estableció la Real Audiencia del Cuzco con jurisdicción sobre territorios que antes correspondían a las Audiencias de Lima y de Charcas. Posteriormente se incluyó en su territorial jurisdiccional a los partidos de Carabaya, Lampa y Azángaro pertenecientes a la intendencia de Puno, que en 1784 había sido creada dentro del Virreinato del Río de la Plata. El 1 de febrero de 1796 la intendencia de Puno pasó a depender del Virreinato del Perú y los partidos de Paucarcolla y Chucuito, que hasta entonces correspondían a Charcas, pasaron a la Audiencia de Cuzco.
Emancipación
A partir de las sublevaciones independentistas iniciadas en 1809, lo que hasta ese momento era un órgano casi exclusivamente de administración de justicia, pasó a ser un elemento de poder fundamental a controlar dentro de una amplia política de concentración de fuerzas que se inició por orden de Fernando VII de España (1813-1833), para evitar los movimientos sediciosos que se generaban en las propias audiencias.
En 1810, tras la expulsión del virrey del Río de la Plata los patriotas tomaron control de Charcas que se unió a la Junta de Buenos Aires como parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El 3 de agosto el virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa anexó provisionalmente el territorio de la Audiencia de Charcas a su virreinato, a petición del presidente de Charcas y otros gobernadores.
Un Decreto del gobierno de Buenos Aires del 21 de mayo de 1813, suprimió la Real Audiencia de Charcas.
El 15 de noviembre de 1816, tras la batalla de Yavi, las tropas españolas recuperaron el control territorial del Alto Perú, restableciéndose la Audiencia de Charcas, pasando entonces su territorio jurisdiccional a depender del Virreinato del Perú, al frente del cual se encontraba el virrey Abascal, Marqués de la Concordia (1806-1816). El mando de Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, fue sustituido por el virrey del Perú.
El 22 de febrero de 1818, el general en jefe del ejército realista del Perú nombró al general Rafael Maroto gobernador e intendente interino de la ciudad y provincia de La Plata, además de presidente de la Real Audiencia de Charcas. En la zona, combatió a los caudillos rebeldes y patriotas, manteniendo el territorio bajo control por cinco años.
En 1823, el general Andrés de Santa Cruz reconquistó La Paz para los patriotas. El último presidente de la Audiencia fue Antonio Vigil en 1824, nombrado por Olañeta en plena lucha contra los independentistas. La creación del Tribunal de Justicia del Alto Perú por Simón Bolívar constituyó, de facto, el final de la Audiencia de Charcas.
Presidentes de la Audiencia
Pedro Ramírez de Quiñones (1559-1572)
Lope Díez Aux de Armendáriz (1573-1577)
Antonio González (1578-1580)
Juan de Matienzo (1580)
Juan López de Cepeda (1580-1602)
Alonso Maldonado de Torres (1602-1610)
Diego de Portugal (1610-1627)
Martín de Egües (1627-1632)
Juan de Carabajal y Sande (mayo de 1632-1635)
Juan de Lizárazu y Recain (marzo de 1635-1642)
Dionisio Pérez Manrique de Lara, marqués de Santiago (1642-1647)
Francisco de Nestares Marín (1647-1656)
Pedro Vázquez de Velasco (1661-1670)
Bartolomé de Salazar (1670-1673)
Bartolomé González de Póveda (1673-1685)
Diego de Mejia (1685 -)
Francisco Domínguez (1695-1698)
José Boneu (1702)
José Antonio de la Rocha y Carranza, marqués de Villarocha (1704)
Francisco Pimentel y Sotomayor (1706)
Jorge Manrique de Lara (- 1723)
Gabriel Antonio Matienzo (1723-1725)
Francisco de Herboso y Luza (1725-1732)
José Francisco de Herrera (1728)
Ignacio Antonio de Querazyju y Mollinedo (1730)
José Gabriel de Jauregui y Aguirre (1738)
Nicolás Jiménez de Lobatón y Azaña, marqués de Rochafuerte (1746-1757)
Juan Francisco Pestaña y Chumacero (1757-1766)
Juan Martínez de Tineo (1767-1769)
Ambrosio de Benavídes (1769 -1776)
Jerónimo Manuel de Ruedas (1776)
Agustín de Pinedo Fernández de Valdivieso (1779-1780)
Jerónimo Manuel de Ruedas (1781)
Agustín de Pinedo Fernández de Valdivieso (1781-1782)
Ignacio de Flores (1783-1785)
Vicente de Gálvez y Valenzuela (1785-1790)
Joaquín del Pino y Rosas Romero Negrete (1790-1797)
Ramón García de León y Pizarro,marqués de Casa Pizarro (1797-12 de julio de 1809)
Vicente Nieto de las Viñas y García Sánchez de Valencia y González (30 de septiembre de 1809-1810)
José Pascual de Vivero y Salaverria (1816-1818)
Rafael Maroto e Ysern (1818-1824)
Pedro Antonio de Olañeta (1824-1825)
Antonio Vigil (1825)
Alto Perú es la denominación que las primeras expediciones españolas de 1538, en tierra de Charcas, utilizaron para designar las ricas tierras que en el periodo incaico conformaban la región del Collasuyo. La riqueza de Potosí, la instauración de la Audiencia de Charcas, el Arzobispado de La Plata y la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca dieron consistencia a lo que sería conocido como Alto Perú (hoy, parte de Bolivia).
Inicialmente Charcas se encontraba bajo la administración del Virreinato del Perú con sede en Lima, hasta 1776, fecha en que se creó el Virreinato del Río de la Plata con sede en Buenos Aires.
Tras el primer grito libertario (Chuquisaca, 25 de mayo de 1809), la creación de la Junta de Buenos Aires en 1810, las facciones realistas de Charcas y Potosí decidieron pedir auxilio al virrey del Perú, poniendo a la Audiencia de Charcas bajo su tutela. Con la llegada del primer ejército de auxilio de Buenos Aires y los levantamientos de Cochabamba, Oruro y Charcas, la Audiencia de Charcas fue nuevamente reincorporada a Buenos Aires. Posteriormente, la región será disputada en repetidas batallas hasta 1824, en que cayó el último ejército realista del Perú y Charcas decidió constituirse en república independiente el 6 de agosto de 1825.
El Alto Perú como parte del Virreinato del Río de la Plata estaba integrado por las intendencias de:
Intendencia de Cochabamba
Intendencia de Chuquisaca o también llamada Charcas
Intendencia de La Paz
Intendencia de Potosí
Intendencia de Puno
Corresponden al Altiplano andino o Puna, poblado por las etnias colla, aimara (principalmente en La Paz), uru (en la cuenca del Lago Titicaca), y otras etnias andinas que, en lugar del aimara hablaban o fueron forzadas a adoptar el quechua como idioma al producirse las conquistas incas en las zonas de Cochabamba, Chuquisaca y Potosí.
Por razones históricas, de fisiografía y de cultura étnica el Alto Perú se encuentra muy relacionado con el Perú andino y costero, en tanto que los gobiernos subordinados o militares de Moxos (pronunciar: Mojos), esto es, aproximadamente los territorios de El Beni, El Acre (o Aquirí), y de los Chiquitos -en gran medida Santa Cruz- resultaban y resultan diversos del Alto Perú, ya que el Alto Perú se corresponde actualmente casi absolutamente con el Altiplano boliviano.
Todos estos territorios, al separarse de las Provincias Unidas del Río de la Plata se constituyeron en la República de Bolivia.
En 1561 se instaló en la ciudad de La Plata (actual Sucre) la Real Audiencia de Charcas, suprema autoridad judicial del Alto Perú. Atendiendo la necesidad de crear un nuevo centro administrativo regional desde donde se pudiera controlar con el debido cuidado y atención la zona de mayor producción de plata.
El papa Julio III, erigió el obispado de La Plata en junio de 1552, con jurisdicción sobre el Alto Perú, parte de Chile, el Tucumán y el Río de la Plata. Su primer obispo fue fray Tomás de San Martín. De este obispado se separarían luego el obispado de Santiago de Chile en 1563 y el del Tucumán en 1571.
En 1605 el papa Paulo V creó los obispados de Nuestra Señora de La Paz con sede en la villa de Chuquiabo (La Paz) y el de San Lorenzo de la Barranca o Mizque con jurisdicción sobre lo que posteriormente se llamó Moxos y Chiquitos, trasladado poco después a Santa Cruz de la Sierra.
En 1609 el obispado de La Plata fue elevado a arzobispado, siendo sus sufragáneos los obispados de La Paz, Santa Cruz de la Sierra, Tucumán, Paraguay y Buenos Aires.
En 1810, tras la expulsión del virrey del Río de la Plata los patriotas tomaron el control de Charcas, adhiriendo a las Provincias Unidas del Río de la Plata. El 3 de agosto el virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa anexó el territorio de la Audiencia de Charcas a su virreinato.
Luego de la batalla de Yavi (15 de noviembre de 1816) las tropas españolas recuperaron el control territorial del Alto Perú, restableciéndose la Audiencia de Charcas, que pasó entonces a depender del Virreinato del Perú, al frente del cual se encontraba el virrey José Fernando de Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia (1806-1816). El mando de Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, fue sustituido por el del virrey del Perú.
El 22 de febrero de 1818, el general en jefe del ejército del Perú nombró al general Maroto gobernador e intendente interino de la ciudad y provincia de La Plata además de presidente de la Real Audiencia de Charcas donde combatió a los caudillos rebeldes y patriotas, manteniendo el territorio bajo control hasta 1823, cuando el General Andrés de Santa Cruz reconquistó La Paz para los patriotas.
En plena lucha contra los independentistas, el último presidente de la Audiencia fue Antonio Vigil en 1824 nombrado por Olañeta. La creación por Simón Bolívar del Tribunal de Justicia del Alto Perú constituyó, de facto, el final de la Audiencia de Charcas.
Gobierno durante el Virreinato del Río de la Plata
Las cuatro provincias eran gobernadas por gobernadores intendentes nombrados por el rey y los partidos por subdelegados elegidos por el virrey por el término de cinco años y a propuesta de los intendentes. Los gobiernos de Moxos y Chiquitos se hallaban sujetos a reglamentos especiales, con dependencia inmediata de la Real Audiencia de Charcas en materia de Real Hacienda.
Existían también instancias municipales con Cabildos, Ayuntamientos o Consejos formados de alcaldes y regidores a cuyo cargo estaban la seguridad pública, el ornato, la comodidad y la moral.
En lo judicial, en las capitales de provincia eran jueces de primera instancia el teniente gobernador y dos alcaldes elegidos anualmente por los Cabildos y en los partidos los subdelegados. Los pleitos seguidos en las cuatro provincias podían ser llevados en apelación o súplica ante la Audiencia de Charcas: también podía apelarse ante ella de las resoluciones de los intendentes en puntos contenciosos de policia y gobierno.
El gobernador intendente de Charcas tenía además el título de presidente de la Real Audiencia, que era la suprema autoridad en materias contenciosas. La Real Audiencia de Charcas se componía de cierto número de oidores nombrados por el rey y que duraban en su empleo según la voluntad del monarca, lo mismo que los intendentes gobernadores.
Los asuntos eclesiásticos seguían subordinados a la autoridad de los obispos, sometidos a su vez, en grado de apelación, a la del arzobispo de Charcas. Los de hacienda y guerra estaban bajo la inmediata inspección de los respectivos intendentes.
La Real Audiencia de Charcas fue creada por el rey Felipe II de España el 4 de septiembre de 1559 como parte del Virreinato del Perú, y regulada por reales cédulas de 29 de agosto de 1563, del 1 de octubre de 1566 y 2 de mayo de 1573 (recogidas posteriormente en Recopilación de Leyes de Indias de 1680).
Los límites del territorio sobre el cual ejercía jurisdicción fueron variando con el tiempo, según la distribución que hizo la Corona española. Al principio estuvo restringida a los territorios subordinados a la Provincia de Charcas, por lo que el virrey Conde de Nievas señaló el territorio originario de la provincia y de la Audiencia el 20 de mayo de 1561: "la dicha ciudad de La Plata con más de cien leguas de tierra alrededor por cada parte".
El 29 de agosto de 1563, Felipe II la amplió con la incorporación de la Gobernación del Tucumán, Juríes y Diaguitas, la Gobernación de Santa Cruz de la Sierra (esta última formada por las ex gobernaciones de Andrés Manso y Ñuflo de Chaves), la provincia de Moxos y Chunchos y las tierras que llegaban hasta la ciudad del Cuzco con sus términos (corregimientos dependientes). De esta forma su territorio jurisdiccional abarcó por el norte hasta las provincias de Sayabamba y Carabaya; al oeste por el desierto de Atacama hasta el Pacífico; al este hasta Moxos y Chunchos; y por el sur, el Chaco y Tucumán, Juríes y Diaguitas.
El 1 de octubre de 1566, se le incorporaron los territorios de la Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay.
El 30 de noviembre de 1568, la ciudad del Cuzco y sus dependencias fue reintegrada a la jurisdicción de la Audiencia de Lima, estableciéndose que Charcas conservara el territorio "desde el Collao hacia la Ciudad de La Plata".
Declaramos y mandamos que la dicha ciudad del Cuzco con su término y jurisdicción haya de estar y esté sujeta y debajo de la jurisdicción de la audiencia real de la dicha ciudad de los Reyes, como lo estaba antes
El 26 de mayo de 1573 se deslindó el territorio del Collao entre las dos audiencias:
declarando como declaramos que del dicho Collao hacia la ciudad de La Plata comience desde el pueblo de Ayoviri que es el de la encomienda de Juan Pancorvo, por el camino de Urcosuyo y desde el pueblo de Asilo, que es de la encomienda de Jerónimo de Castilla por el camino de Omasuyos y por el camino de Arequipa desde Atuncana que es de la encomienda de Carlos Inca, hacia la parte de los Charcas.
La Recopilación de Leyes de Indias de 1680, en la Ley IX (Audiencia y Chancilleria Real de la Plata, Provincia de los Charcas) del Título XV (De las Audiencias y Chancillerias Reales de las Indias) del Libro II, recoge los límites y los funcionarios de esta Audiencia:[1] [2]
En la Ciudad de la Plata de la Nueva Toledo, Provincia de los Charcas, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y Chancilleria Real: con vn Presidente: cinco Oidores, que también sean Alcaldes del Crimen: vn Fiscal: vn Alguazil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller, y los demás Ministros y Oficiales necessarios, la qual tenga por distrito la Provincia de los Charcas, y todo el Collao, desde el Pueblo de Ayabiri, por el camino de Hurcosuyo, desde el Pueblo de Assillo por el camino de Humasuyo, desde Atuncana, por el camino de Arequipa, ázia la parte de los Charcas, inclusivé con las Provincias de Sangabana, Carabaya, Iuries y Dieguitas, Moyos y Chunchos, y Santa Cruz de la Sierra, partiendo terminos: por el Septentrion con la Real Audiencia de Lima, y Provincias no descubiertas: por el Mediodia con la Real Audiencia de Chile: y por el Levante y Poniente con los dos Mares del Norte y del Sur, y línea de la demarcacion entre las Coronas de los Reynos de Castilla y de Portugal, por la parte de la Provincia de Santa Cruz del Brasil. Todos los quales dichos terminos sean y se entiendan, conforme á la ley 13 que trata de la fundacion y ereccion de la Real Audiencia de la Trinidad, Puerto de Buenos Ayres, porque nuestra voluntad es, que la dicha ley se guarde, cumpla y execute precisa y puntualmente.
En la Ley XV (Que el Corregidor de Arica, aunque sea del distrito de la Audiencia de Lima, cumpla los mandamientos de la de los Charcas), del Título XV, de la Recopilación de Leyes de Indias, se establece una dependencia especial para el Corregimiento de Arica:
Mandamos, que sin embargo de que la Ciudad y Puerto de Arica sea y esté en el distrito de la Real Audiencia de los Reyes, el Corregidor, que es, ó fuere de ella, cumpla los mandamientos de la Real Audiencia de los Charcas, y reciva y encamine, como se le ordenare, las personas que enviare desterradas. Y ordenamos á nuestra Audiencia de los Charcas, que no cumpliendo el Corregidor lo sobredicho, haga justicia.
El 6 de diciembre de 1661 sufrió la separación de sus territorios del sur (Río de la Plata, Paraguay y Tucumán) al crearse la Real Audiencia de Buenos Aires, pero de nuevo, el 31 de diciembre de 1671 al ser suprimida esta última, se reincorporaron tales territorios para ser más efectiva la persecución del contrabando, a pesar de los inconvenientes que sufrían aquellos que precisaban la intervención de la Audiencia por las enormes distancias que debían recorrer.
La creación del Virreinato del Río de la Plata hizo que el territorio jurisdiccional de la Audiencia de Charcas pasase a esta nueva zona administrativa en 1776. El 14 de abril de 1783 se creó nuevamente la Real Audiencia de Buenos Aires reemplazando la jurisdicción de Charcas por el sur (Río de la Plata, Paraguay y Tucumán).
Al tiempo de la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, la jurisdicción de la Audiencia de Charcas abarcaba 26 corregimientos, cada uno de los cuales dependía de las ciudades del Cuzco, La Plata y La Paz, que conformaban la Provincia de Charcas. Comprendía también aquellos de las gobernaciones del Río de la Plata, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra.
En cuanto a la dependencia eclesiástica:
Dependían del obispado del Cuzco los corregimientos de: Lampa, Azángaro y Carabaya.
Dependían del arzobispado de La Plata los corregimientos de: La Plata-Potosí, Oruro, Parma, Carangas, Chayanta, Cochabamba, Porco, Tarija, Tomina, Yamparaes, Lipes, Atacama, Apolobamba, Pilaya y Paspaya y Pomabamba.
Dependían del obispado de La Paz los corregimientos de: La Paz, Larecaja, Sicasica, Pacajes o Berenguela, Omasuyos, Chucuito y Paucarcolla.
Dependía del obispado de Santa Cruz de la Sierra el corregimiento de: Mizque.
El 3 de mayo de 1787, a través de una Real Cédula, se estableció la Real Audiencia del Cuzco con jurisdicción sobre territorios que antes correspondían a las Audiencias de Lima y de Charcas. Posteriormente se incluyó en su territorial jurisdiccional a los partidos de Carabaya, Lampa y Azángaro pertenecientes a la intendencia de Puno, que en 1784 había sido creada dentro del Virreinato del Río de la Plata. El 1 de febrero de 1796 la intendencia de Puno pasó a depender del Virreinato del Perú y los partidos de Paucarcolla y Chucuito, que hasta entonces correspondían a Charcas, pasaron a la Audiencia de Cuzco.
Emancipación
A partir de las sublevaciones independentistas iniciadas en 1809, lo que hasta ese momento era un órgano casi exclusivamente de administración de justicia, pasó a ser un elemento de poder fundamental a controlar dentro de una amplia política de concentración de fuerzas que se inició por orden de Fernando VII de España (1813-1833), para evitar los movimientos sediciosos que se generaban en las propias audiencias.
En 1810, tras la expulsión del virrey del Río de la Plata los patriotas tomaron control de Charcas que se unió a la Junta de Buenos Aires como parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El 3 de agosto el virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa anexó provisionalmente el territorio de la Audiencia de Charcas a su virreinato, a petición del presidente de Charcas y otros gobernadores.
Un Decreto del gobierno de Buenos Aires del 21 de mayo de 1813, suprimió la Real Audiencia de Charcas.
El 15 de noviembre de 1816, tras la batalla de Yavi, las tropas españolas recuperaron el control territorial del Alto Perú, restableciéndose la Audiencia de Charcas, pasando entonces su territorio jurisdiccional a depender del Virreinato del Perú, al frente del cual se encontraba el virrey Abascal, Marqués de la Concordia (1806-1816). El mando de Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, fue sustituido por el virrey del Perú.
El 22 de febrero de 1818, el general en jefe del ejército realista del Perú nombró al general Rafael Maroto gobernador e intendente interino de la ciudad y provincia de La Plata, además de presidente de la Real Audiencia de Charcas. En la zona, combatió a los caudillos rebeldes y patriotas, manteniendo el territorio bajo control por cinco años.
En 1823, el general Andrés de Santa Cruz reconquistó La Paz para los patriotas. El último presidente de la Audiencia fue Antonio Vigil en 1824, nombrado por Olañeta en plena lucha contra los independentistas. La creación del Tribunal de Justicia del Alto Perú por Simón Bolívar constituyó, de facto, el final de la Audiencia de Charcas.
Presidentes de la Audiencia
Pedro Ramírez de Quiñones (1559-1572)
Lope Díez Aux de Armendáriz (1573-1577)
Antonio González (1578-1580)
Juan de Matienzo (1580)
Juan López de Cepeda (1580-1602)
Alonso Maldonado de Torres (1602-1610)
Diego de Portugal (1610-1627)
Martín de Egües (1627-1632)
Juan de Carabajal y Sande (mayo de 1632-1635)
Juan de Lizárazu y Recain (marzo de 1635-1642)
Dionisio Pérez Manrique de Lara, marqués de Santiago (1642-1647)
Francisco de Nestares Marín (1647-1656)
Pedro Vázquez de Velasco (1661-1670)
Bartolomé de Salazar (1670-1673)
Bartolomé González de Póveda (1673-1685)
Diego de Mejia (1685 -)
Francisco Domínguez (1695-1698)
José Boneu (1702)
José Antonio de la Rocha y Carranza, marqués de Villarocha (1704)
Francisco Pimentel y Sotomayor (1706)
Jorge Manrique de Lara (- 1723)
Gabriel Antonio Matienzo (1723-1725)
Francisco de Herboso y Luza (1725-1732)
José Francisco de Herrera (1728)
Ignacio Antonio de Querazyju y Mollinedo (1730)
José Gabriel de Jauregui y Aguirre (1738)
Nicolás Jiménez de Lobatón y Azaña, marqués de Rochafuerte (1746-1757)
Juan Francisco Pestaña y Chumacero (1757-1766)
Juan Martínez de Tineo (1767-1769)
Ambrosio de Benavídes (1769 -1776)
Jerónimo Manuel de Ruedas (1776)
Agustín de Pinedo Fernández de Valdivieso (1779-1780)
Jerónimo Manuel de Ruedas (1781)
Agustín de Pinedo Fernández de Valdivieso (1781-1782)
Ignacio de Flores (1783-1785)
Vicente de Gálvez y Valenzuela (1785-1790)
Joaquín del Pino y Rosas Romero Negrete (1790-1797)
Ramón García de León y Pizarro,marqués de Casa Pizarro (1797-12 de julio de 1809)
Vicente Nieto de las Viñas y García Sánchez de Valencia y González (30 de septiembre de 1809-1810)
José Pascual de Vivero y Salaverria (1816-1818)
Rafael Maroto e Ysern (1818-1824)
Pedro Antonio de Olañeta (1824-1825)
Antonio Vigil (1825)
Alto Perú es la denominación que las primeras expediciones españolas de 1538, en tierra de Charcas, utilizaron para designar las ricas tierras que en el periodo incaico conformaban la región del Collasuyo. La riqueza de Potosí, la instauración de la Audiencia de Charcas, el Arzobispado de La Plata y la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca dieron consistencia a lo que sería conocido como Alto Perú (hoy, parte de Bolivia).
Inicialmente Charcas se encontraba bajo la administración del Virreinato del Perú con sede en Lima, hasta 1776, fecha en que se creó el Virreinato del Río de la Plata con sede en Buenos Aires.
Tras el primer grito libertario (Chuquisaca, 25 de mayo de 1809), la creación de la Junta de Buenos Aires en 1810, las facciones realistas de Charcas y Potosí decidieron pedir auxilio al virrey del Perú, poniendo a la Audiencia de Charcas bajo su tutela. Con la llegada del primer ejército de auxilio de Buenos Aires y los levantamientos de Cochabamba, Oruro y Charcas, la Audiencia de Charcas fue nuevamente reincorporada a Buenos Aires. Posteriormente, la región será disputada en repetidas batallas hasta 1824, en que cayó el último ejército realista del Perú y Charcas decidió constituirse en república independiente el 6 de agosto de 1825.
El Alto Perú como parte del Virreinato del Río de la Plata estaba integrado por las intendencias de:
Intendencia de Cochabamba
Intendencia de Chuquisaca o también llamada Charcas
Intendencia de La Paz
Intendencia de Potosí
Intendencia de Puno
Corresponden al Altiplano andino o Puna, poblado por las etnias colla, aimara (principalmente en La Paz), uru (en la cuenca del Lago Titicaca), y otras etnias andinas que, en lugar del aimara hablaban o fueron forzadas a adoptar el quechua como idioma al producirse las conquistas incas en las zonas de Cochabamba, Chuquisaca y Potosí.
Por razones históricas, de fisiografía y de cultura étnica el Alto Perú se encuentra muy relacionado con el Perú andino y costero, en tanto que los gobiernos subordinados o militares de Moxos (pronunciar: Mojos), esto es, aproximadamente los territorios de El Beni, El Acre (o Aquirí), y de los Chiquitos -en gran medida Santa Cruz- resultaban y resultan diversos del Alto Perú, ya que el Alto Perú se corresponde actualmente casi absolutamente con el Altiplano boliviano.
Todos estos territorios, al separarse de las Provincias Unidas del Río de la Plata se constituyeron en la República de Bolivia.
En 1561 se instaló en la ciudad de La Plata (actual Sucre) la Real Audiencia de Charcas, suprema autoridad judicial del Alto Perú. Atendiendo la necesidad de crear un nuevo centro administrativo regional desde donde se pudiera controlar con el debido cuidado y atención la zona de mayor producción de plata.
El papa Julio III, erigió el obispado de La Plata en junio de 1552, con jurisdicción sobre el Alto Perú, parte de Chile, el Tucumán y el Río de la Plata. Su primer obispo fue fray Tomás de San Martín. De este obispado se separarían luego el obispado de Santiago de Chile en 1563 y el del Tucumán en 1571.
En 1605 el papa Paulo V creó los obispados de Nuestra Señora de La Paz con sede en la villa de Chuquiabo (La Paz) y el de San Lorenzo de la Barranca o Mizque con jurisdicción sobre lo que posteriormente se llamó Moxos y Chiquitos, trasladado poco después a Santa Cruz de la Sierra.
En 1609 el obispado de La Plata fue elevado a arzobispado, siendo sus sufragáneos los obispados de La Paz, Santa Cruz de la Sierra, Tucumán, Paraguay y Buenos Aires.
En 1810, tras la expulsión del virrey del Río de la Plata los patriotas tomaron el control de Charcas, adhiriendo a las Provincias Unidas del Río de la Plata. El 3 de agosto el virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa anexó el territorio de la Audiencia de Charcas a su virreinato.
Luego de la batalla de Yavi (15 de noviembre de 1816) las tropas españolas recuperaron el control territorial del Alto Perú, restableciéndose la Audiencia de Charcas, que pasó entonces a depender del Virreinato del Perú, al frente del cual se encontraba el virrey José Fernando de Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia (1806-1816). El mando de Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, fue sustituido por el del virrey del Perú.
El 22 de febrero de 1818, el general en jefe del ejército del Perú nombró al general Maroto gobernador e intendente interino de la ciudad y provincia de La Plata además de presidente de la Real Audiencia de Charcas donde combatió a los caudillos rebeldes y patriotas, manteniendo el territorio bajo control hasta 1823, cuando el General Andrés de Santa Cruz reconquistó La Paz para los patriotas.
En plena lucha contra los independentistas, el último presidente de la Audiencia fue Antonio Vigil en 1824 nombrado por Olañeta. La creación por Simón Bolívar del Tribunal de Justicia del Alto Perú constituyó, de facto, el final de la Audiencia de Charcas.
Gobierno durante el Virreinato del Río de la Plata
Las cuatro provincias eran gobernadas por gobernadores intendentes nombrados por el rey y los partidos por subdelegados elegidos por el virrey por el término de cinco años y a propuesta de los intendentes. Los gobiernos de Moxos y Chiquitos se hallaban sujetos a reglamentos especiales, con dependencia inmediata de la Real Audiencia de Charcas en materia de Real Hacienda.
Existían también instancias municipales con Cabildos, Ayuntamientos o Consejos formados de alcaldes y regidores a cuyo cargo estaban la seguridad pública, el ornato, la comodidad y la moral.
En lo judicial, en las capitales de provincia eran jueces de primera instancia el teniente gobernador y dos alcaldes elegidos anualmente por los Cabildos y en los partidos los subdelegados. Los pleitos seguidos en las cuatro provincias podían ser llevados en apelación o súplica ante la Audiencia de Charcas: también podía apelarse ante ella de las resoluciones de los intendentes en puntos contenciosos de policia y gobierno.
El gobernador intendente de Charcas tenía además el título de presidente de la Real Audiencia, que era la suprema autoridad en materias contenciosas. La Real Audiencia de Charcas se componía de cierto número de oidores nombrados por el rey y que duraban en su empleo según la voluntad del monarca, lo mismo que los intendentes gobernadores.
Los asuntos eclesiásticos seguían subordinados a la autoridad de los obispos, sometidos a su vez, en grado de apelación, a la del arzobispo de Charcas. Los de hacienda y guerra estaban bajo la inmediata inspección de los respectivos intendentes.
EL NUEVO MUNDO
INTRODUCCIÓN:
nos da a conocer como legaron a colonizar los españoles el nuevo mundo como lo poblaron y todo lo que tuvieron q pasar.
DESARROLLO:
A partir del Preclásico, las culturas mesoamericanas se caracterizaron por una profunda división social: los sacerdotes se convirtieron en una clase privilegiada en medida que establecían contacto con las divinidades y poseían los saberes necesarios para determinar con precisión los tiempos de la cosecha. Por su parte, los guerreros también adquirieron un nuevo papel: la producción agrícola hizo posible que ellos se especializaran en el combate y se dedicaran exclusivamente a la conquista y la defensa de las comunidades. Ambos, con el paso del tiempo, se transformarían en la nobleza de las civilizaciones de los periodos Clásico y Posclásico.
Los sacerdotes y los guerreros no fueron las únicas clases sociales en las culturas del México prehispánico, pues los agricultores, los artesanos y los comerciantes ocupaban la base de la pirámide social.
En el caso de la sociedad mexica, la sociedad se dividía en nobles (pipiltzin) y trabajadores (mecehualtzin).
La conquista del nuevo mundo
Cristóbal Colón tomando posesión de La Española.Sin embargo, la expansión atlántica sería la que daría los mayores éxitos. Para alcanzar las riquezas de Oriente, cuyas rutas comerciales (especialmente de las especias de las islas del Pacífico) bloqueaban los otomanos o monopolizaban los italianos, portugueses y españoles compitieron por hallar una nueva ruta que no fuera la tradicional, por tierra, a través de Oriente Próximo. Los portugueses, que habían terminado mucho antes que los españoles su Reconquista, empezaron entonces sus expediciones con el objetivo primero de acceder a las riquezas africanas y luego circunnavegar África, lo que les daría el control de islas y costas del continente, para abrir una nueva ruta a las Indias Orientales, sin depender del comercio a través del Imperio otomano, monopolizado por Génova y Venecia, poniendo el germen del Imperio portugués. Más tarde, cuando Castilla terminó su reconquista, los Reyes Católicos, apoyaron a Cristóbal Colón quien, al parecer convencido de que la circunferencia de la Tierra era menor que la real, quiso alcanzar Cipango (Japón), China, las Indias, el Oriente navegando hacia el Oeste, con el mismo fin que los portugueses: independizarse de las ciudades italianas para conseguir las mercancías de Oriente: principalmente, especias y seda (más fina que la producida en el reino de Murcia desde la dominación árabe). Lo más probable es Colón nunca hubiese llegado a su meta, pero a medio camino estaba el continente americano y, sin saberlo, «descubrió» América, iniciando la colonización española del continente.
Las nuevas tierras encontradas fueron reclamadas por los Reyes Católicos, con la oposición de Portugal. Finalmente el Papa Alejandro VI medió, llegándose al Tratado de Tordesillas, que dividía las zonas de influencia española y portuguesa a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde (el meridiano situado a 46º 37’) longitud oeste, siendo la zona occidental la correspondiente a España y la oriental a Portugal. Así, España se convertía teóricamente en dueña de la mayor parte del continente con la excepción de una pequeña parte, la oriental —lo que hoy día es el extremo de Brasil—, que correspondía a Portugal. En adelante, esta cesión papal, junto a la responsabilidad evangelizadora sobre los territorios descubiertos, fue usada por los Reyes Católicos como legitimación en su expansión colonial.
La colonización de América continuó mientras tanto. Además de la toma de La Española, que se culminó a principios del siglo XVI, los colonos empezaron a buscar nuevos asentamientos. La convicción de que había grandes territorios por colonizar en las nuevas tierras descubiertas produjo el afán por buscar nuevas conquistas. Desde allí, Juan Ponce de León conquistó Puerto Rico y Diego Velázquez, Cuba. Alonso de Ojeda recorrió la costa venezolana y centroamericana. Diego de Nicuesa ocupó lo que hoy día es Nicaragua y Costa Rica, mientras Vasco Núñez de Balboa colonizaba Panamá y llegaba al Mar del Sur (Océano Pacífico).
Años después, bajo Felipe II, este «Imperio Castellano» se convirtió en una nueva fuente de riqueza para los reinos españoles y de su poder en Europa, pero también contribuyó a elevar la inflación, lo que perjudicó a la industria peninsular. Como siempre ocurre la economía más poderosa, la española, comenzó a depender de las materias primas y manufacturas de países más pobres, con mano de obra más barata, lo cual facilitó la revolución económica y social en Francia, Inglaterra y otras partes de Europa. Los problemas causados por el exceso de metales preciosos fueron discutidos por la Escuela de Salamanca, lo que creó un nuevo modo de entender la economía que los demás países europeos tardaron mucho en comprender.
Por otro lado, los enormes e infructuosos gastos de las guerras a las que arrastró la política europea de Carlos I heredados por su sucesor Felipe II, llevaron a que se financiasen con préstamos de banqueros, tanto españoles como de Génova, Amberes y Sur de Alemania, lo que hizo que los beneficios que pudo tener la Corona (el Estado, al cabo) fuera mucho menores que los que obtuvieron más tarde otros países con intereses coloniales, como Holanda y posteriormente Inglaterra.
El Siglo de Oro (1521–1643)
El periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII es conocido como el Siglo de Oro por el florecimiento de las artes y las ciencias que se produjo.
Durante el siglo XVI España llegó a tener una auténtica fortuna de oro y plata extraídos de «Las Indias». En el estudio económico realizado por Earl J. Hamilton, «El tesoro americano y la Revolución de los precios en España, 1501–1659», esa fortuna tiene unas cifras concretas. Hamilton describe que en los siglos XVI y XVII, desde 1503 y durante los 160 años siguientes, durante la mayor actividad minera, arribaron desde las colonias americanas 16.900 toneladas de plata y 181 toneladas de oro. Sus cuentas son minuciosas: 16.886.815.303 gramos de plata y 181.333.180 gramos de oro.[4] [5]
Se decía durante el reinado de Felipe II que «el Sol no se ponía en el Imperio», ya que estaba lo suficientemente disperso como para tener siempre alguna zona con luz solar. Este imperio, imposible de manejar, tenía su centro neurálgico en Madrid sede de la Corte con Felipe II, siendo Sevilla el punto fundamental desde el que se organizaban las posesiones ultramarinas.
Escudo de Carlos I.Como consecuencia del matrimonio político de los Reyes Católicos y de los casamientos estratégicos de sus hijos, su nieto, Carlos I heredó la Corona de Castilla en la península Ibérica y un incipiente Imperio Castellano en América (herencia de su abuela Isabel); las posesiones de la Corona de Aragón en el Mediterráneo italiano e ibérico (de su abuelo Fernando); las tierras de los Habsburgo en Austria a las que él incorporó Bohemia y Silesia logrando convertirse tras una disputada elección con Francisco I de Francia en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V de Alemania; además de los Países Bajos a los que añadió nuevas provincias y el Franco Condado, herencia de su abuela María de Borgoña; conquistó personalmente Túnez y en pugna con Francia la región de Lombardía. Era un imperio compuesto de un conglomerado de territorios heredados, anexionados o conquistados.
La dinastía Habsburgo gastaba las riquezas castellanas y ya desde los tiempos de Carlos V pero en mayor medida a partir de Felipe II, las americanas, en guerras en toda Europa con el objetivo fundamental de proteger los territorios adquiridos, los intereses de los mismos, la causa católica y a veces por intereses meramente dinásticos. Todo ello produjo el impago frecuente de deudas contraídas con los banqueros, primero alemanes y genoveses después, y dejó a España en bancarrota. Los objetivos políticos de la Corona eran varios:
El acceso a los productos americanos (oro, plata) y asiáticos (porcelana, especias, seda).
Minar el poder de Francia y detenerla en sus fronteras orientales.
Mantener la hegemonía católica de los Habsburgo en Alemania, defendiendo el catolicismo contra la Reforma Protestante.
Defender a Europa contra el Islam, sobre todo oponiéndose al Imperio otomano. Además, se buscaba neutralizar la piratería berberisca que asolaba las posesiones mediterráneas españolas e italianas.
Ante la posibilidad de que Carlos I decidiera apoyar la mayor parte de las cargas de su imperio en el más rico de sus reinos, el de Castilla, lo cual no gustaba a los castellanos que no deseaban contribuir con oro, plata o caballos a guerras europeas que sentían ajenas, y enfrentados a un creciente absolutismo por parte del rey comenzó una sublevación que aún se celebra cada año llamada de los Comuneros, en la cual los rebeldes fueron derrotados. Carlos I de España y luego V de Alemania se convertía en el hombre más poderoso de Europa, con un imperio europeo que sólo sería comparable en tamaño al de Napoleón. El Emperador intentó sofocar la Reforma Protestante en la Dieta de Worms, pero Lutero renunció a retractarse de su herejía. Firme defensor de la Catolicidad, durante su reinado se produjo sin embargo lo que se llamó el Saco de Roma, cuando sus tropas fuera de control atacaron la Santa Sede después de que el Papa Clemente VII se uniera a la Liga de Cognac contra él.
Pese a que Carlos I era flamenco y su lengua materna era el francés vivió un proceso de españolización o, más concretamente, de castellanización. Así, cuando se entrevistó con el Papa, le habló en español y más tarde, cuando recibió al embajador de Francia, el diplomático se sorprendió de que no usara su lengua materna, a lo que el emperador contestó: «No importa que no me entendáis. Que yo estoy hablando en mi lengua española, que es tan bella y noble que debería ser conocida por toda la cristiandad». Esta frase ha calado bastante en los españoles y, siglos después, aún se utiliza el dicho «Que hable en cristiano» cuando un español quiere que se le traduzca lo dicho. Por otro lado, los alemanes tienen otra frase que también proviene de Carlos I de España o Carlos V de Alemania que dice Das kommt mir spanisch vor o "esto me resulta español" que sería el equivalente en español a "esto me suena a chino" que se dice pronunció el rey cuando observó los protocolos de la corte española.
Para entender la organización social y política de la colonia hispanoamericana hay que tener en mente una visión jerárquica. A base del pensamiento aristoteliano común de la época, los españoles veían un mundo estratificado, en el cual la sociedad se componía de varias categorías superiores la una a la otra. En cima de esta pirámide metafórica se encontraba al guerrero noble, el cual por sus actos heróicos (aunque sangrientos) fue emblema del concepto de virtud. Inferiormente se encontraban las mujeres y niños ya con los bárbaros al último. (Véase abajo para como se definía a los "bárbaros".)
Desde nuestra perspectiva contemporánea tal vista de superioridad e inferioridad puede ser chocante. Es decir, hoy– posterior a la "ilustración" del siglo XVIII cuando aparecieron ideas radicales de la igualdad del hombre–solemos creer que tales distincciones no existen. Sin embargo, si nos juzgamos honestamente sí tendríamos que confesar que aún existen otros valores que determinan el estado social del individuo. Así, desde el principio es importante recordar dos cosas cuando hablamos de cómo los españoles (y toda Europa) aproximaron a la vida: uno, como ser contemporáneo tenemos que evitar la tentación de juzgar aquel sistema con nuestros valores (¡Imagínese, por ejemplo, qué distincto hubiera sido la colonialización del Nuevo Mundo si hubiera ocurrido no en una época medieval sino posterior a la ilustración!); y segundo, tenemos que entender que todos los aspectos de la vida española se veían dentro de un sistema jerárquica.
Jerarquía en el Nuevo Mundo:
Al llegar al Nuevo Mundo algunos–más que nada los frailes–veían la posibilidad de establecer una utopía terrenal, libre de la decadencia europea. Sin embargo, había pocos ejemplos de estos experimentos sociales que se delimitaban a varias "misiones" religiosos (Véase por ejemplo el padre Vasco de Quiroga.) Por la mayor parte los españoles organizaron sus nuevas colonias a base de la misma visión filosófica común en España en ese momento–una serie de pirámides que mutuamente se apoyaban. Es decir que había varias estratificaciones (política, económica, jurídica, etc.) las cuales se sobreimponían la una a la otra.
Política: En cuanto a la organización política, las colonias se dividían en virreinatos: El virreinato de la Nueva España {actualmente México}, establecida en 1535; y el de Nueva Castilla {Perú}, establecida en 1543. Este último fue dividido otra vez en el siglo XVIII cuando se establecieron el virreinato de Nueva Granada {actualmente Colombia} y el del Río de la Plata. Así, tanto como el rey español representaba la culminación del pirámide peninsular, los virreyes ejercían la misma autoridad en las colonias.
Economía: Igual que las colonias británicas, la organización económica se hacía a base del mercantilismo. En cualquier caso mercantil, la colonia existe para el bien de la madre patria. Se sacaban recursos de las colonias para fabricarlas en la patria–lo cual proveía empleo– y luego se les vendieron los mismos productos en las colonias--lo cual proveía el mercado. Para controlar el enorme tránsito de bienes se estableció en 1503 en Sevilla la Casa de Contratación, la cual servía como una especie de aduana que se encargaba de controlar todo movimiento a las Indias, incluso la imigración de individuos y el tránsito de animales, objetos, y otros bienes.
Sociedad: Había cuatro clases sociales en el Nuevo Mundo, cada uno con privilegios distintos.
1.) La "clase" más alta, con más privilegios y prestigio, fue los peninsulares (o sea, españoles nacidos en la península ibérica). Podían poseer tierra y gobernar.
2.) Les seguían a esos los criollos, o sea hijos de peninsulares, de sangre español cien por ciento, pero nacidos en las Américas. Es decir, el sencillo hecho de que uno naciera en tierra ajena a la madre patria determinaba el estado social del individuo. Los criollos no tenían los mismos derechos que los peninsulares: por ejemplo, sí podían poseer tierra pero no podían gobernar.
3) Los mestizos, nacidos de sangre española e indígena, ocuparon el próximo rango en el sistema. Aunque sí es verdad que gozaban de menos privilegios que los otros dos ya mencionados, hay que entender que fue ésta que llegó a ser la más grande y tener la más influencia por casi toda latinoamérica. (Cuando la vemos en comparación con nuestra historia y la juzgamos al lado de la traducción "half-breed", podemos ver uno de los grandes contrastes en los legados de la colonialización británica y española.)
4.) Por fin se encontraban a los indígenas, o los bárbaros. En la definición aristoteliana de la palabra, un "bárbaro"es uno que no es civilizado; es decir, no pertenece a un sistema organizado de leyes. (Véase la etimología de "civis" {"ciudad"} "civil" > "civilizado".) Para aclarar, es verdad que los indígenas pertenecían a un sistema estrictamente organizado pero no fue el mismo sistema español. Aun más, los primeros exploradores se encontraban con gente que no hablaba español, no eran católicos, algunos no llevaban ropa, eran idólatras y sodomitas, y–peor todavía–eran canibales. Dados estos rasgos fue inevitable juzgarles a los indígenas como "bárbaros" en el sentido artistoteliano de la palabra.
¿Explotación de esclavos o encomendación de almas?
Dado estos rasgos de los indígenas, como bárbaros, fue posible esclavizarles. La suposición es que si era verdad que eran bárbaros entonces no tenían almas y sí podían hacerles esclavos. Además, se sabe que en un sistema mercantil donde se produce recursos para la patria se necesitan obreros, especialmente para las minas (oro y plata) y la cosecha de caña (azúcar) y tobacco. En estas circunstancias más que nada los indígenas sufrieron del mal tratamiento de los españoles.
El padre Fray Bartolomé de las Casas fue uno de los primeros en atacar a los españoles por el sufrimiento y la explotación de la población indígena del caribe. Según Las Casas, sí tenían almas y que merecían ser educados en forma cristiana. En su famosa Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias Las Casa expone una apología, o defensa, de los indios en el cual describe atrocidades sin comparación. Es verdad que en muchos casos encontramos hipérbole, o exageración literaria la cual era común en aquella época; sin embargo su tesis llegó a ser la base para una reformación ideológica. (Véase el debate entre Sepúlveda y Las Casas.)
El significado de las observaciones de las Casas fue que llegaron a ser la base de la llamada leyenda negra–el prejuicio irracional, o no fundado en hechos verídicos, que expone que los españoles comitieron atrocidades por su deseo de poder y riqueza mientras que otros emperios–como los británicos–trataron mejor a los suyos. (Cabe mencionar que el opuesto puede ocurrir tambien: la leyenda rosada se refiere al prejuicio ciego de que los españoles NO maltrataron a los indígenas.)
Vale la pena mencionar algunas misconcepciones entre la colonialización británica y la española para destacar la leyenda negra. Por ejemplo, véase las comparaciones siguientes:
(1) Fíjense en la semántica: los primeros colonializadores españoles se conocen en los textos de historia como conquistadores; los ingleses, Pilgrims. La verdad es que la conquista de los españoles sí fue una conquista evangélica tanto como económica. Puede debatir sin embargo que existieron los mismos motivos para los ingleses aunque con circunstancias distinctas.
(2) Se dice que los ingleses fundaron una sociedad basada en la libertad de religión cuando en verdad había poca libertad individual. (Se acordará de los estrictos leyes religiosos del los Pilgrims o aun en otro caso extremo los de los católicos en Maryland.) La verdad es que había poca libertad religiosa en cualquier sociedad de la época porque aun no habíamos llegado al tal concepto.
(3) Se sabe que los españoles vinieron al nuevo mundo en búsqueda de oro y plata, pero solemos enfatizar algo menos económico y más espiritual para los ingleses. La verdad es que los ingleses eran bastantes desilusionados con los primeros intentos de sus colonias (como Jamestown) porque no encontraron el oro que sí buscaban.
(4) Suele opinar que los ingleses vinieron al nuevo mundo con sus familias con el propósito de establecer una nueva vida de largo plazo mientras los españoles sólo tenían en mente venir, raptar la tierra, sacar el oro y volver a casa sin fundar una nueva sociedad. La verdad es que los españoles tanto como los ingleses vinieron al nuevo mundo con sus mujeres y sus familias. Cien años antes del establecimiento de Jamestown ya habían llegado los españoles con sus familias a Santo Domingo. Incluso, había mujeres que participaban como soldados en la conquista en México, Perú, y Argentina. Más importante, los españoles no tenían en mente pasar por las Américas y volver a España de una vez sacados los tesoros sino que igual que los ingleses tenían el propósito de establecer una sociedad de largo plazo y de hecho lo hicieron: los ingleses mandaban control de sus colonias por un siglo y medio (1609-1776) mientras el control español perduró por mas de cuatro siglos (1492-1898).
(5) Se sabe que los españoles pronto se mezclaron étnicamente con los indígenas, así el termino mestizo. Se acuerda por ejemplo en el caso de México que la Malinche dio a luz al hijo de Hernán Cortés como el primer mestizo mexicano–por lo menos según la leyenda. Mientras tanto, en cuánto a la relación entre los indios y los ingleses solemos pensar que ambos coexistían en harmonia, recordando imágenes del primer Thanksgiving cuando tanto los ingleses como los indios se sentaron juntos para compartir el pan. La verdad, por su puesto, es bastante radical: la política de los ingleses no fue más digno ni sensible que la de los españoles. Al contrario, la política inglesa y luego la norteamericana se basaba en transplantarles a los indígenas, empujarlos siempre al oeste y por fin erradicarles. Los españoles por otro lado no querían erradicarles sino que querían coexistir y incorporarles a la sociedad. (Obviamente se puede arguir que este último deseo no fue por razones nobles ni humanitarias sino que querían aprovercharse de la mano de obra indígena y–aun más importante–querían evangelizarles.) Sea como sea, solemos pensar que fueron los ingleses que coexistían con los indígenas mientras que los españoles les maltrataban. La verdad es contraria.
LA LLEGADA A VIRGINIA DE LOS INGLESES
En 1607, después de seis meses de dura navegación, el Susan Constant, el Godspeed y el Discovery llegaron a Virginia con 104 ingleses colonizadores a bordo. Entre ellos el pirata y ahora capitán Christopher Newport y el también capitán, mercenario, pirata, explorador y escritor John Smith.
Mientras los colonos se establecían eran vigilados por los nativos del lugar: los Susquehanna y los Algonquinos, que vivían de la caza, la pesca y el cultivo.
Los colonos construyeron un fuerte y el 14 de mayo de 1607 fundaron la colonia inglesa de Jamestown.
Esto, más o menos sí aparece en la peli. Las fechas bailan bastante pero bueno, más o menos.
LA RELACIÓN CON JOHN SMITH
Poco se conoce acerca de la niñez de Pocahontas. En abril de 1607, cuando Pocahontas rondaba los 10 o 12 años, los colonistas ingleses llegaron a Virginia y empezaron a construir asentamientos, en la misma época en que su padre, Wahunsenacawh, era el líder de la tribu Powhatan.
Ojo, diez o doce años, no son ni mucho menos los que aparenta en la peli, que ya intuimos que como poco es una joven adolescente con sus curvas y su ímpetu aventurero y libre.
Uno de los líderes de los colonos, John Smith, fue capturado por un grupo de cazadores Powhatan y llevado a Werowocomoco, una de las villas del Imperio Powhatan. Smith se hallaba recostado sobre una piedra para ser ejecutado, cuando la joven Pocahontas se tiró encima de su cuerpo para protegerlo. Nota: supuestamente hay quien dice que no es que le salvara la vida… Smith estaba siendo parte de un ritual indio por el cual, tras la captura el prisionero pasa a ser convertido en un indio más de la tribu matando su alma anterior y tomando alma y nombre indio”. Pero todo esto es susceptible de ser interpretado de muchas formas.
La versión de John Smith de estos hechos son la única fuente de información, y desde la década de 1860, el escepticismo se hizo cada vez mayor acerca de su veracidad. Una razón para tal duda es que a pesar de haber publicado anteriormente dos libros acerca de Virginia, la historia de la pequeña hazaña de Pocahontas rescatando a Smith data de 1616, casi 10 años después, en una carta rogando a la Reina Ana (John Smith’s 1616 Letter to Queen Anne of Great Britain) tratar a Pocahontas con dignidad.
nos da a conocer como legaron a colonizar los españoles el nuevo mundo como lo poblaron y todo lo que tuvieron q pasar.
DESARROLLO:
A partir del Preclásico, las culturas mesoamericanas se caracterizaron por una profunda división social: los sacerdotes se convirtieron en una clase privilegiada en medida que establecían contacto con las divinidades y poseían los saberes necesarios para determinar con precisión los tiempos de la cosecha. Por su parte, los guerreros también adquirieron un nuevo papel: la producción agrícola hizo posible que ellos se especializaran en el combate y se dedicaran exclusivamente a la conquista y la defensa de las comunidades. Ambos, con el paso del tiempo, se transformarían en la nobleza de las civilizaciones de los periodos Clásico y Posclásico.
Los sacerdotes y los guerreros no fueron las únicas clases sociales en las culturas del México prehispánico, pues los agricultores, los artesanos y los comerciantes ocupaban la base de la pirámide social.
En el caso de la sociedad mexica, la sociedad se dividía en nobles (pipiltzin) y trabajadores (mecehualtzin).
La conquista del nuevo mundo
Cristóbal Colón tomando posesión de La Española.Sin embargo, la expansión atlántica sería la que daría los mayores éxitos. Para alcanzar las riquezas de Oriente, cuyas rutas comerciales (especialmente de las especias de las islas del Pacífico) bloqueaban los otomanos o monopolizaban los italianos, portugueses y españoles compitieron por hallar una nueva ruta que no fuera la tradicional, por tierra, a través de Oriente Próximo. Los portugueses, que habían terminado mucho antes que los españoles su Reconquista, empezaron entonces sus expediciones con el objetivo primero de acceder a las riquezas africanas y luego circunnavegar África, lo que les daría el control de islas y costas del continente, para abrir una nueva ruta a las Indias Orientales, sin depender del comercio a través del Imperio otomano, monopolizado por Génova y Venecia, poniendo el germen del Imperio portugués. Más tarde, cuando Castilla terminó su reconquista, los Reyes Católicos, apoyaron a Cristóbal Colón quien, al parecer convencido de que la circunferencia de la Tierra era menor que la real, quiso alcanzar Cipango (Japón), China, las Indias, el Oriente navegando hacia el Oeste, con el mismo fin que los portugueses: independizarse de las ciudades italianas para conseguir las mercancías de Oriente: principalmente, especias y seda (más fina que la producida en el reino de Murcia desde la dominación árabe). Lo más probable es Colón nunca hubiese llegado a su meta, pero a medio camino estaba el continente americano y, sin saberlo, «descubrió» América, iniciando la colonización española del continente.
Las nuevas tierras encontradas fueron reclamadas por los Reyes Católicos, con la oposición de Portugal. Finalmente el Papa Alejandro VI medió, llegándose al Tratado de Tordesillas, que dividía las zonas de influencia española y portuguesa a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde (el meridiano situado a 46º 37’) longitud oeste, siendo la zona occidental la correspondiente a España y la oriental a Portugal. Así, España se convertía teóricamente en dueña de la mayor parte del continente con la excepción de una pequeña parte, la oriental —lo que hoy día es el extremo de Brasil—, que correspondía a Portugal. En adelante, esta cesión papal, junto a la responsabilidad evangelizadora sobre los territorios descubiertos, fue usada por los Reyes Católicos como legitimación en su expansión colonial.
La colonización de América continuó mientras tanto. Además de la toma de La Española, que se culminó a principios del siglo XVI, los colonos empezaron a buscar nuevos asentamientos. La convicción de que había grandes territorios por colonizar en las nuevas tierras descubiertas produjo el afán por buscar nuevas conquistas. Desde allí, Juan Ponce de León conquistó Puerto Rico y Diego Velázquez, Cuba. Alonso de Ojeda recorrió la costa venezolana y centroamericana. Diego de Nicuesa ocupó lo que hoy día es Nicaragua y Costa Rica, mientras Vasco Núñez de Balboa colonizaba Panamá y llegaba al Mar del Sur (Océano Pacífico).
Años después, bajo Felipe II, este «Imperio Castellano» se convirtió en una nueva fuente de riqueza para los reinos españoles y de su poder en Europa, pero también contribuyó a elevar la inflación, lo que perjudicó a la industria peninsular. Como siempre ocurre la economía más poderosa, la española, comenzó a depender de las materias primas y manufacturas de países más pobres, con mano de obra más barata, lo cual facilitó la revolución económica y social en Francia, Inglaterra y otras partes de Europa. Los problemas causados por el exceso de metales preciosos fueron discutidos por la Escuela de Salamanca, lo que creó un nuevo modo de entender la economía que los demás países europeos tardaron mucho en comprender.
Por otro lado, los enormes e infructuosos gastos de las guerras a las que arrastró la política europea de Carlos I heredados por su sucesor Felipe II, llevaron a que se financiasen con préstamos de banqueros, tanto españoles como de Génova, Amberes y Sur de Alemania, lo que hizo que los beneficios que pudo tener la Corona (el Estado, al cabo) fuera mucho menores que los que obtuvieron más tarde otros países con intereses coloniales, como Holanda y posteriormente Inglaterra.
El Siglo de Oro (1521–1643)
El periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII es conocido como el Siglo de Oro por el florecimiento de las artes y las ciencias que se produjo.
Durante el siglo XVI España llegó a tener una auténtica fortuna de oro y plata extraídos de «Las Indias». En el estudio económico realizado por Earl J. Hamilton, «El tesoro americano y la Revolución de los precios en España, 1501–1659», esa fortuna tiene unas cifras concretas. Hamilton describe que en los siglos XVI y XVII, desde 1503 y durante los 160 años siguientes, durante la mayor actividad minera, arribaron desde las colonias americanas 16.900 toneladas de plata y 181 toneladas de oro. Sus cuentas son minuciosas: 16.886.815.303 gramos de plata y 181.333.180 gramos de oro.[4] [5]
Se decía durante el reinado de Felipe II que «el Sol no se ponía en el Imperio», ya que estaba lo suficientemente disperso como para tener siempre alguna zona con luz solar. Este imperio, imposible de manejar, tenía su centro neurálgico en Madrid sede de la Corte con Felipe II, siendo Sevilla el punto fundamental desde el que se organizaban las posesiones ultramarinas.
Escudo de Carlos I.Como consecuencia del matrimonio político de los Reyes Católicos y de los casamientos estratégicos de sus hijos, su nieto, Carlos I heredó la Corona de Castilla en la península Ibérica y un incipiente Imperio Castellano en América (herencia de su abuela Isabel); las posesiones de la Corona de Aragón en el Mediterráneo italiano e ibérico (de su abuelo Fernando); las tierras de los Habsburgo en Austria a las que él incorporó Bohemia y Silesia logrando convertirse tras una disputada elección con Francisco I de Francia en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V de Alemania; además de los Países Bajos a los que añadió nuevas provincias y el Franco Condado, herencia de su abuela María de Borgoña; conquistó personalmente Túnez y en pugna con Francia la región de Lombardía. Era un imperio compuesto de un conglomerado de territorios heredados, anexionados o conquistados.
La dinastía Habsburgo gastaba las riquezas castellanas y ya desde los tiempos de Carlos V pero en mayor medida a partir de Felipe II, las americanas, en guerras en toda Europa con el objetivo fundamental de proteger los territorios adquiridos, los intereses de los mismos, la causa católica y a veces por intereses meramente dinásticos. Todo ello produjo el impago frecuente de deudas contraídas con los banqueros, primero alemanes y genoveses después, y dejó a España en bancarrota. Los objetivos políticos de la Corona eran varios:
El acceso a los productos americanos (oro, plata) y asiáticos (porcelana, especias, seda).
Minar el poder de Francia y detenerla en sus fronteras orientales.
Mantener la hegemonía católica de los Habsburgo en Alemania, defendiendo el catolicismo contra la Reforma Protestante.
Defender a Europa contra el Islam, sobre todo oponiéndose al Imperio otomano. Además, se buscaba neutralizar la piratería berberisca que asolaba las posesiones mediterráneas españolas e italianas.
Ante la posibilidad de que Carlos I decidiera apoyar la mayor parte de las cargas de su imperio en el más rico de sus reinos, el de Castilla, lo cual no gustaba a los castellanos que no deseaban contribuir con oro, plata o caballos a guerras europeas que sentían ajenas, y enfrentados a un creciente absolutismo por parte del rey comenzó una sublevación que aún se celebra cada año llamada de los Comuneros, en la cual los rebeldes fueron derrotados. Carlos I de España y luego V de Alemania se convertía en el hombre más poderoso de Europa, con un imperio europeo que sólo sería comparable en tamaño al de Napoleón. El Emperador intentó sofocar la Reforma Protestante en la Dieta de Worms, pero Lutero renunció a retractarse de su herejía. Firme defensor de la Catolicidad, durante su reinado se produjo sin embargo lo que se llamó el Saco de Roma, cuando sus tropas fuera de control atacaron la Santa Sede después de que el Papa Clemente VII se uniera a la Liga de Cognac contra él.
Pese a que Carlos I era flamenco y su lengua materna era el francés vivió un proceso de españolización o, más concretamente, de castellanización. Así, cuando se entrevistó con el Papa, le habló en español y más tarde, cuando recibió al embajador de Francia, el diplomático se sorprendió de que no usara su lengua materna, a lo que el emperador contestó: «No importa que no me entendáis. Que yo estoy hablando en mi lengua española, que es tan bella y noble que debería ser conocida por toda la cristiandad». Esta frase ha calado bastante en los españoles y, siglos después, aún se utiliza el dicho «Que hable en cristiano» cuando un español quiere que se le traduzca lo dicho. Por otro lado, los alemanes tienen otra frase que también proviene de Carlos I de España o Carlos V de Alemania que dice Das kommt mir spanisch vor o "esto me resulta español" que sería el equivalente en español a "esto me suena a chino" que se dice pronunció el rey cuando observó los protocolos de la corte española.
Para entender la organización social y política de la colonia hispanoamericana hay que tener en mente una visión jerárquica. A base del pensamiento aristoteliano común de la época, los españoles veían un mundo estratificado, en el cual la sociedad se componía de varias categorías superiores la una a la otra. En cima de esta pirámide metafórica se encontraba al guerrero noble, el cual por sus actos heróicos (aunque sangrientos) fue emblema del concepto de virtud. Inferiormente se encontraban las mujeres y niños ya con los bárbaros al último. (Véase abajo para como se definía a los "bárbaros".)
Desde nuestra perspectiva contemporánea tal vista de superioridad e inferioridad puede ser chocante. Es decir, hoy– posterior a la "ilustración" del siglo XVIII cuando aparecieron ideas radicales de la igualdad del hombre–solemos creer que tales distincciones no existen. Sin embargo, si nos juzgamos honestamente sí tendríamos que confesar que aún existen otros valores que determinan el estado social del individuo. Así, desde el principio es importante recordar dos cosas cuando hablamos de cómo los españoles (y toda Europa) aproximaron a la vida: uno, como ser contemporáneo tenemos que evitar la tentación de juzgar aquel sistema con nuestros valores (¡Imagínese, por ejemplo, qué distincto hubiera sido la colonialización del Nuevo Mundo si hubiera ocurrido no en una época medieval sino posterior a la ilustración!); y segundo, tenemos que entender que todos los aspectos de la vida española se veían dentro de un sistema jerárquica.
Jerarquía en el Nuevo Mundo:
Al llegar al Nuevo Mundo algunos–más que nada los frailes–veían la posibilidad de establecer una utopía terrenal, libre de la decadencia europea. Sin embargo, había pocos ejemplos de estos experimentos sociales que se delimitaban a varias "misiones" religiosos (Véase por ejemplo el padre Vasco de Quiroga.) Por la mayor parte los españoles organizaron sus nuevas colonias a base de la misma visión filosófica común en España en ese momento–una serie de pirámides que mutuamente se apoyaban. Es decir que había varias estratificaciones (política, económica, jurídica, etc.) las cuales se sobreimponían la una a la otra.
Política: En cuanto a la organización política, las colonias se dividían en virreinatos: El virreinato de la Nueva España {actualmente México}, establecida en 1535; y el de Nueva Castilla {Perú}, establecida en 1543. Este último fue dividido otra vez en el siglo XVIII cuando se establecieron el virreinato de Nueva Granada {actualmente Colombia} y el del Río de la Plata. Así, tanto como el rey español representaba la culminación del pirámide peninsular, los virreyes ejercían la misma autoridad en las colonias.
Economía: Igual que las colonias británicas, la organización económica se hacía a base del mercantilismo. En cualquier caso mercantil, la colonia existe para el bien de la madre patria. Se sacaban recursos de las colonias para fabricarlas en la patria–lo cual proveía empleo– y luego se les vendieron los mismos productos en las colonias--lo cual proveía el mercado. Para controlar el enorme tránsito de bienes se estableció en 1503 en Sevilla la Casa de Contratación, la cual servía como una especie de aduana que se encargaba de controlar todo movimiento a las Indias, incluso la imigración de individuos y el tránsito de animales, objetos, y otros bienes.
Sociedad: Había cuatro clases sociales en el Nuevo Mundo, cada uno con privilegios distintos.
1.) La "clase" más alta, con más privilegios y prestigio, fue los peninsulares (o sea, españoles nacidos en la península ibérica). Podían poseer tierra y gobernar.
2.) Les seguían a esos los criollos, o sea hijos de peninsulares, de sangre español cien por ciento, pero nacidos en las Américas. Es decir, el sencillo hecho de que uno naciera en tierra ajena a la madre patria determinaba el estado social del individuo. Los criollos no tenían los mismos derechos que los peninsulares: por ejemplo, sí podían poseer tierra pero no podían gobernar.
3) Los mestizos, nacidos de sangre española e indígena, ocuparon el próximo rango en el sistema. Aunque sí es verdad que gozaban de menos privilegios que los otros dos ya mencionados, hay que entender que fue ésta que llegó a ser la más grande y tener la más influencia por casi toda latinoamérica. (Cuando la vemos en comparación con nuestra historia y la juzgamos al lado de la traducción "half-breed", podemos ver uno de los grandes contrastes en los legados de la colonialización británica y española.)
4.) Por fin se encontraban a los indígenas, o los bárbaros. En la definición aristoteliana de la palabra, un "bárbaro"es uno que no es civilizado; es decir, no pertenece a un sistema organizado de leyes. (Véase la etimología de "civis" {"ciudad"} "civil" > "civilizado".) Para aclarar, es verdad que los indígenas pertenecían a un sistema estrictamente organizado pero no fue el mismo sistema español. Aun más, los primeros exploradores se encontraban con gente que no hablaba español, no eran católicos, algunos no llevaban ropa, eran idólatras y sodomitas, y–peor todavía–eran canibales. Dados estos rasgos fue inevitable juzgarles a los indígenas como "bárbaros" en el sentido artistoteliano de la palabra.
¿Explotación de esclavos o encomendación de almas?
Dado estos rasgos de los indígenas, como bárbaros, fue posible esclavizarles. La suposición es que si era verdad que eran bárbaros entonces no tenían almas y sí podían hacerles esclavos. Además, se sabe que en un sistema mercantil donde se produce recursos para la patria se necesitan obreros, especialmente para las minas (oro y plata) y la cosecha de caña (azúcar) y tobacco. En estas circunstancias más que nada los indígenas sufrieron del mal tratamiento de los españoles.
El padre Fray Bartolomé de las Casas fue uno de los primeros en atacar a los españoles por el sufrimiento y la explotación de la población indígena del caribe. Según Las Casas, sí tenían almas y que merecían ser educados en forma cristiana. En su famosa Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias Las Casa expone una apología, o defensa, de los indios en el cual describe atrocidades sin comparación. Es verdad que en muchos casos encontramos hipérbole, o exageración literaria la cual era común en aquella época; sin embargo su tesis llegó a ser la base para una reformación ideológica. (Véase el debate entre Sepúlveda y Las Casas.)
El significado de las observaciones de las Casas fue que llegaron a ser la base de la llamada leyenda negra–el prejuicio irracional, o no fundado en hechos verídicos, que expone que los españoles comitieron atrocidades por su deseo de poder y riqueza mientras que otros emperios–como los británicos–trataron mejor a los suyos. (Cabe mencionar que el opuesto puede ocurrir tambien: la leyenda rosada se refiere al prejuicio ciego de que los españoles NO maltrataron a los indígenas.)
Vale la pena mencionar algunas misconcepciones entre la colonialización británica y la española para destacar la leyenda negra. Por ejemplo, véase las comparaciones siguientes:
(1) Fíjense en la semántica: los primeros colonializadores españoles se conocen en los textos de historia como conquistadores; los ingleses, Pilgrims. La verdad es que la conquista de los españoles sí fue una conquista evangélica tanto como económica. Puede debatir sin embargo que existieron los mismos motivos para los ingleses aunque con circunstancias distinctas.
(2) Se dice que los ingleses fundaron una sociedad basada en la libertad de religión cuando en verdad había poca libertad individual. (Se acordará de los estrictos leyes religiosos del los Pilgrims o aun en otro caso extremo los de los católicos en Maryland.) La verdad es que había poca libertad religiosa en cualquier sociedad de la época porque aun no habíamos llegado al tal concepto.
(3) Se sabe que los españoles vinieron al nuevo mundo en búsqueda de oro y plata, pero solemos enfatizar algo menos económico y más espiritual para los ingleses. La verdad es que los ingleses eran bastantes desilusionados con los primeros intentos de sus colonias (como Jamestown) porque no encontraron el oro que sí buscaban.
(4) Suele opinar que los ingleses vinieron al nuevo mundo con sus familias con el propósito de establecer una nueva vida de largo plazo mientras los españoles sólo tenían en mente venir, raptar la tierra, sacar el oro y volver a casa sin fundar una nueva sociedad. La verdad es que los españoles tanto como los ingleses vinieron al nuevo mundo con sus mujeres y sus familias. Cien años antes del establecimiento de Jamestown ya habían llegado los españoles con sus familias a Santo Domingo. Incluso, había mujeres que participaban como soldados en la conquista en México, Perú, y Argentina. Más importante, los españoles no tenían en mente pasar por las Américas y volver a España de una vez sacados los tesoros sino que igual que los ingleses tenían el propósito de establecer una sociedad de largo plazo y de hecho lo hicieron: los ingleses mandaban control de sus colonias por un siglo y medio (1609-1776) mientras el control español perduró por mas de cuatro siglos (1492-1898).
(5) Se sabe que los españoles pronto se mezclaron étnicamente con los indígenas, así el termino mestizo. Se acuerda por ejemplo en el caso de México que la Malinche dio a luz al hijo de Hernán Cortés como el primer mestizo mexicano–por lo menos según la leyenda. Mientras tanto, en cuánto a la relación entre los indios y los ingleses solemos pensar que ambos coexistían en harmonia, recordando imágenes del primer Thanksgiving cuando tanto los ingleses como los indios se sentaron juntos para compartir el pan. La verdad, por su puesto, es bastante radical: la política de los ingleses no fue más digno ni sensible que la de los españoles. Al contrario, la política inglesa y luego la norteamericana se basaba en transplantarles a los indígenas, empujarlos siempre al oeste y por fin erradicarles. Los españoles por otro lado no querían erradicarles sino que querían coexistir y incorporarles a la sociedad. (Obviamente se puede arguir que este último deseo no fue por razones nobles ni humanitarias sino que querían aprovercharse de la mano de obra indígena y–aun más importante–querían evangelizarles.) Sea como sea, solemos pensar que fueron los ingleses que coexistían con los indígenas mientras que los españoles les maltrataban. La verdad es contraria.
LA LLEGADA A VIRGINIA DE LOS INGLESES
En 1607, después de seis meses de dura navegación, el Susan Constant, el Godspeed y el Discovery llegaron a Virginia con 104 ingleses colonizadores a bordo. Entre ellos el pirata y ahora capitán Christopher Newport y el también capitán, mercenario, pirata, explorador y escritor John Smith.
Mientras los colonos se establecían eran vigilados por los nativos del lugar: los Susquehanna y los Algonquinos, que vivían de la caza, la pesca y el cultivo.
Los colonos construyeron un fuerte y el 14 de mayo de 1607 fundaron la colonia inglesa de Jamestown.
Esto, más o menos sí aparece en la peli. Las fechas bailan bastante pero bueno, más o menos.
LA RELACIÓN CON JOHN SMITH
Poco se conoce acerca de la niñez de Pocahontas. En abril de 1607, cuando Pocahontas rondaba los 10 o 12 años, los colonistas ingleses llegaron a Virginia y empezaron a construir asentamientos, en la misma época en que su padre, Wahunsenacawh, era el líder de la tribu Powhatan.
Ojo, diez o doce años, no son ni mucho menos los que aparenta en la peli, que ya intuimos que como poco es una joven adolescente con sus curvas y su ímpetu aventurero y libre.
Uno de los líderes de los colonos, John Smith, fue capturado por un grupo de cazadores Powhatan y llevado a Werowocomoco, una de las villas del Imperio Powhatan. Smith se hallaba recostado sobre una piedra para ser ejecutado, cuando la joven Pocahontas se tiró encima de su cuerpo para protegerlo. Nota: supuestamente hay quien dice que no es que le salvara la vida… Smith estaba siendo parte de un ritual indio por el cual, tras la captura el prisionero pasa a ser convertido en un indio más de la tribu matando su alma anterior y tomando alma y nombre indio”. Pero todo esto es susceptible de ser interpretado de muchas formas.
La versión de John Smith de estos hechos son la única fuente de información, y desde la década de 1860, el escepticismo se hizo cada vez mayor acerca de su veracidad. Una razón para tal duda es que a pesar de haber publicado anteriormente dos libros acerca de Virginia, la historia de la pequeña hazaña de Pocahontas rescatando a Smith data de 1616, casi 10 años después, en una carta rogando a la Reina Ana (John Smith’s 1616 Letter to Queen Anne of Great Britain) tratar a Pocahontas con dignidad.
CONCLUSIÓN:
como los españoles e ingleses llegan a enfrentarse con los indios por muchas necesidades y tambien para poder colonizar y´pobar al nuevo mundo.
♠♣♦LA CULTURA TIWANAKU ♣♠♦
INTRODUCCIÓN:
nos habla del origen y del sigificado de esta cultura donde se origino por primera vez como se origino
y el significado de cada monumento q tiene.
DESARROLLO:
La cultura Tiwanaku
El origen del significado del termino es aún motivo de debate, sin embargo, las ruinas de Tiwanaku se han convertido en uno de los sitios imperdibles dentro del amplio espectro de lugares especiales y obligatorios de visita para los turistas en Bolivia.
Dios de los bastones en la Puerta del Sol.
Las ruinas de Tiwanaku están a menos de un kilómetro del Municipio de Tiahuanacu, en el Departamento de La Paz y a tan solo 72 km de la ciudad de La Paz.
Actualmente las ruinas han pasado a manos del munipio para su administración, pero se encuentran tuteladas por la Direccion Nacional de Arqueología (DINAAR).
Si bien las escavaciones datan desde la época de la construcción del ferrocarril La Paz - Guaqui, en la década de los 20 del siglo pasado, hoy en día, con la participación de empresas privadas, el municipio y la DINAAR, se han encarado trabajos de excavación y de reconstrucción en la pirámide de Akapana y en las ruinas de Puma Pumku, ambos lugares ubicados dentro del perímetro del área arqueológica de Tiwanaku.
Los hallazgos han sido más que elocuentes en ambos lugares, descubriendo la capacidad de esta cultura de encarar grandes obras arquitectónicas, con soluciones hidráulicas y de ornamentación que no dejan de sorprender a los investigadores.
Es indudable que los restos que más inspiran y atraen a los visitantes son la Puerta del Sol y los Monolitos Bennett y Ponce (fotos abajo), pero la visita de todo el complejo y de los dos museos existentes demuestran la gran cantidad de material, sobre todo lítico y cerámico, que hay para ser admirado y vale la pena tomarse más del medio día que las agencias de viaje le conceden a este lugar.
El origen de la cultura Tiwanaku es aún controversial, así como su desaparición pero la actual investigación continua arrojando información acerca de este pueblo. Uno de los hallazgos más resaltantes de este siglo fueron los protagonizados por arqueólogos bolivianos y finlandeses en la Isla de Pariti en el Lago Titicaca, al haber encontrado grandes cantidades de cerámica polícroma hermosamente trabajada.
La veneración por la naturaleza ya sea en sus expresiones pequeñas como animales y plantas, así como en sus expresiones mayores, como el sol, las estrellas, las montañas, lluvia, rayos, lagos, y ríos, están presentes en todas sus manifestaciones artísticas.
Esta cultura, que dependía directamente de la agricultura, había establecido un lazo con la naturaleza, que indudablemente fue transmitido por los tiempos hasta la actualidad, en ritos que hoy observamos en honor de la Pachamama, como son las ch'allas y los saumerios.
Hoy en día se ha establecido el mes de agosto como el mes de la Pachamama y es cuando se llevan a cabo los saumerios, pero esta tradición tiene una explicación más antigua, debido a que el mes de agosto es el mes en que se prepara la tierra para sembrar, en otras palabras cuando el frío intenso ha pasado o como decía Guaman Poma "Tiempo de abrir la tierra".
Los denodados esfuerzos que se cumplen hoy en día por rescatar parte de la memoria escondida de los tiwanakotas, se reflejan también en las excavaciones y la reconstrucción del área de Puma Punku, en el que se encuentran las piezas líticas de mayor dimensión.
Generalmente poco visitado, este área presenta una pirámide (fotos abajo) con tres niveles y con todo un complejo ceremonial en la cima que está siendo reconstruido poco a poco, para mostrar al mundo su belleza.
De hecho el municipio de Tiwanaku, conjuntamente con el gobierno nacional, inauguraron recientemente el tren que une a Tiahuancu con Guaqui, población ubicada sobre el Lago Titicaca y que formará parte del circuito por el lago que incluirá visitas a las islas y zonas costeras de mayor importancia.
Hay que recalcar que los esfuerzos del municipio de Tiahuanacu son notables considerando que es un municipio bastante pequeño puesto que su población en el censo poblacional de 2001 era de 11.309 habitantes y la proyeción del Instituto Nacional de Estadísitca para el 2005 era de 12.936 habitantes. Sin embargo, si los proyectos son llevados adelante con éxito, debería permitir crear muhcas fuentes de trabajo en el tema de servicios y toda una cadena productiva que beneficie incluso a las poblaciones circunstantes..
CONCLUSIÓN:
nos demuestra como el centro de tiwanaku se a convertido en un atractivo muy impotante en la historia
cono sus origenes y culturas.
nos habla del origen y del sigificado de esta cultura donde se origino por primera vez como se origino
y el significado de cada monumento q tiene.
DESARROLLO:
La cultura Tiwanaku
El origen del significado del termino es aún motivo de debate, sin embargo, las ruinas de Tiwanaku se han convertido en uno de los sitios imperdibles dentro del amplio espectro de lugares especiales y obligatorios de visita para los turistas en Bolivia.
Dios de los bastones en la Puerta del Sol.
Las ruinas de Tiwanaku están a menos de un kilómetro del Municipio de Tiahuanacu, en el Departamento de La Paz y a tan solo 72 km de la ciudad de La Paz.
Actualmente las ruinas han pasado a manos del munipio para su administración, pero se encuentran tuteladas por la Direccion Nacional de Arqueología (DINAAR).
Si bien las escavaciones datan desde la época de la construcción del ferrocarril La Paz - Guaqui, en la década de los 20 del siglo pasado, hoy en día, con la participación de empresas privadas, el municipio y la DINAAR, se han encarado trabajos de excavación y de reconstrucción en la pirámide de Akapana y en las ruinas de Puma Pumku, ambos lugares ubicados dentro del perímetro del área arqueológica de Tiwanaku.
Los hallazgos han sido más que elocuentes en ambos lugares, descubriendo la capacidad de esta cultura de encarar grandes obras arquitectónicas, con soluciones hidráulicas y de ornamentación que no dejan de sorprender a los investigadores.
Es indudable que los restos que más inspiran y atraen a los visitantes son la Puerta del Sol y los Monolitos Bennett y Ponce (fotos abajo), pero la visita de todo el complejo y de los dos museos existentes demuestran la gran cantidad de material, sobre todo lítico y cerámico, que hay para ser admirado y vale la pena tomarse más del medio día que las agencias de viaje le conceden a este lugar.
El origen de la cultura Tiwanaku es aún controversial, así como su desaparición pero la actual investigación continua arrojando información acerca de este pueblo. Uno de los hallazgos más resaltantes de este siglo fueron los protagonizados por arqueólogos bolivianos y finlandeses en la Isla de Pariti en el Lago Titicaca, al haber encontrado grandes cantidades de cerámica polícroma hermosamente trabajada.
La veneración por la naturaleza ya sea en sus expresiones pequeñas como animales y plantas, así como en sus expresiones mayores, como el sol, las estrellas, las montañas, lluvia, rayos, lagos, y ríos, están presentes en todas sus manifestaciones artísticas.
Esta cultura, que dependía directamente de la agricultura, había establecido un lazo con la naturaleza, que indudablemente fue transmitido por los tiempos hasta la actualidad, en ritos que hoy observamos en honor de la Pachamama, como son las ch'allas y los saumerios.
Hoy en día se ha establecido el mes de agosto como el mes de la Pachamama y es cuando se llevan a cabo los saumerios, pero esta tradición tiene una explicación más antigua, debido a que el mes de agosto es el mes en que se prepara la tierra para sembrar, en otras palabras cuando el frío intenso ha pasado o como decía Guaman Poma "Tiempo de abrir la tierra".
Los denodados esfuerzos que se cumplen hoy en día por rescatar parte de la memoria escondida de los tiwanakotas, se reflejan también en las excavaciones y la reconstrucción del área de Puma Punku, en el que se encuentran las piezas líticas de mayor dimensión.
Generalmente poco visitado, este área presenta una pirámide (fotos abajo) con tres niveles y con todo un complejo ceremonial en la cima que está siendo reconstruido poco a poco, para mostrar al mundo su belleza.
De hecho el municipio de Tiwanaku, conjuntamente con el gobierno nacional, inauguraron recientemente el tren que une a Tiahuancu con Guaqui, población ubicada sobre el Lago Titicaca y que formará parte del circuito por el lago que incluirá visitas a las islas y zonas costeras de mayor importancia.
Hay que recalcar que los esfuerzos del municipio de Tiahuanacu son notables considerando que es un municipio bastante pequeño puesto que su población en el censo poblacional de 2001 era de 11.309 habitantes y la proyeción del Instituto Nacional de Estadísitca para el 2005 era de 12.936 habitantes. Sin embargo, si los proyectos son llevados adelante con éxito, debería permitir crear muhcas fuentes de trabajo en el tema de servicios y toda una cadena productiva que beneficie incluso a las poblaciones circunstantes..
CONCLUSIÓN:
nos demuestra como el centro de tiwanaku se a convertido en un atractivo muy impotante en la historia
cono sus origenes y culturas.
domingo, 8 de agosto de 2010
historia de bolivia
INTRODUCCION:
nos relata como empezo a crearce nuestra bolivia y como fue desarrollandose a medida q a pasado los años como llegan a conquistar nuevas tierras a poblarlas.
DESARROLLO:
Prehistoria de Bolivia:
Los primeros seres humanos en llegar a América lo hicieron posiblemente hace unos 100 o 50 mil años atrás. Si bien existen dos teorías acerca de su llegada, la que tiene mayores asideros es la del cruce a través del estrecho de Bering y su posterior difusión a lo largo de todo el continente en el arco de 10 mil años. La otra teoría se refiere a oleadas de navegantes que llegaban desde la polinesia a través del océano Pacífico.
Pero este no es el único tema inconcluso, puesto que la llegada del hombre al altiplano boliviano 30 o 35 mil años atrás, es también tema de discusión, pues existen dos posibles llegadas: desde el occidente provenientes de las costas del pacífico o del oriente provenientes del amazonas. Los elementos para tratar el tema son aún insuficientes. lo que podemos afirmar es que entre el 25.000 AC y el 10.000 AC, que es el periodo en el que los seres humanos se asientan en el altiplano, se da un periodo glaciar, que probablemente extinguió algunas especies animales y vegetales de las que no tenemos conocimiento, pero el hecho es que al finalizar el periodo glaciar podemos describir el paisaje altiplánico de la siguiente manera: en las faldas de la mayoría de las montañas abundaban bosquecillos de kiñua y Kiswara (árboles andinos), a lo largo del altiplano islotes de thola (arbusto andino) sobresalían en medio de las praderas ricas en estipas y festucas (pastizales altiplánicos). Gran cantidad de Camélidos como vicuñas, alpacas, llamas y wanacos y también ciervos habitaban estos lugares aprovechando su riqueza vegetal, sus depredadores naturales eran el puma, el gato montés, y aves como el cóndor, el águila y el halcón otros animales más pequeños como el zorro, la viscacha, perdices, patos y roedores, aves y pájaros hacían de la región un lugar muy rico en fauna, sin desmerecer la riqueza de peces que existía en los dos lagos principales, el Titicaca al Norte y el Poopó en la parte central. La particularidad de esta región es que los cambios climáticos entre estaciones no se diferenciaban mucho, esencialmente se distinguían como se distinguen hoy la estación de lluvia y la estación seca y las variaciones de temperatura entre estaciones eran pequeñas debido a la altura (3.800 msnm promedio) y a la cercanía al trópico. Esta particularidad permitía que los animales, ya adaptados a estas condiciones en tantos miles de años, no migren con las cambios climáticos estacionales. Los primeros pobladores de estas regiones se refugiaron en las cavernas (a demostración de esto la cantidad de pintura rupestre encontrada en las cavernas a lo largo de todo el altiplano boliviano). El tema principal de estas pinturas eran los camélidos, animales que se iban a constituir en un elemento fundamental para las demás culturas en la región, puesto que iban a brindar carne, pieles, lana y transporte a las diferentes culturas que se desarrollan en la zona. Sucede pues que el altiplano, sobre todo en las regiones circunlacustres brindaba condiciones excepcionales que permitían el asentamiento de pobladores, su sedentarización y su desarrollo en culturas de una manera paragonable a lo que fue el mediterráneo para las culturas que en torno a él se desarrollaron.
No existen suficientes elementos para reconstruir una verdadera cronología del arribo del hombre a América, pero podemos establecer que alrededor del 5.000 AC se comienzan a encontrar vestigios de cultura como pueden ser la cerámica o la perfección del trabajo en piedra. En los andes van desapareciendo las armas puesto que ya tienen la capacidad de domesticar animales útiles para su sobrevivencia. El hombre andino se asienta en torno a los lagos y aprovecha todos los recursos sean lacustres como terrestres para iniciar un proceso de tecnificación agrícola y pecuario, así como metalurgico y lítico. La región se lo permite y a pesar de ser una zona difícil para la agricultura por sus bajas precipitaciones pluviales y por los devastadores efectos que cíclicamente las corrientes de Humbolt tienen sobre esta región, el hombre es capaz de crear sistemas agrícolas para combatir estos elementos, inicia la domesticación de plantas silvestres de las que la mayor prueba es la papa, venenosa en sus especies silvestres y mejorada para el consumo por el hombre andino.
La prehistoria del hombre boliviano de tierras bajas lamentablemente ha demostrado grandes dificultades para su estudio comenzando por el hecho que los instrumentos construidos por estos eran de origen orgánico y que la acidez del suelo no ha permitido que se conserven hasta la actualidad y por tanto haciendo imposible encontrar material para datar por medio del sistema de carbono 14. La cerámica nos brinda elementos que sólo podemos correlacionar con culturas ya afincadas en el altiplano como ser el caso del Tiwanacu o Inca. Otro tema a considerar es la dificultad de acceso y traslado en las selva amazónica que impide el trabajo y el estudio. es por esta razón que la mayoría de lo estudiado en esta región se lo ha hecho empleando analogías que en muchos casos han tornado la situación menos clara que al principio.
Culturas Precolombinas
Existen muchos restos de culturas precolombinas que se desarrollaron en las regiones del altiplano, del valle, del amazonas y del chaco de lo que es el actual territorio boliviano. Sin embargo los estudios efectuados sobre todo en la región andina del altiplano, nos obligan a centrar nuestra atención en esta zona. Los primeros restos encontrados en los andes tienen como centro de estudio la zona de Viscachani, población muy cercana a la ciudad de La Paz en dirección Sur, por la ruta que conduce a Oruro. Las excavaciones efectuadas en esta zona, empleando un sistema de excavación por niveles según la altura nos muestran que entre el 26 y el 14 mil AC en la zona existió un gran lago, que hoy conocemos como Minchin, el cual con el pasar del tiempo fue disminuyendo su extensión y de él sólo tenemos restos como el salar de Uyuni, el de Coipasa y el lago Poopó. Siguiendo este proceso de descenso se observa rastros arqueológicos de grupos humanos que avanzaban detrás de las aguas. Del análisis altitudinal se establece un avance tecnológico sobre todo ligado a la cacería o sea puntas de lanza y anzuelos, pues su principal fuente de provisión eran los camélidos o los peces del lago.
La agricultura aparece en torno al 7.000 AC de acuerdo a excavaciones efectuadas y dataciones hechas sobre restos de maíz encontrados en diferentes zonas del altiplano bajo y de los valles circunstantes.
Recién a partir del 3.000 AC encontramos restos de alfarería y cerámica o tallado de piedras. Las culturas Wankarani y Chiripa probablemente fueron las precursoras de la región. Wankarani se desarrolla en la región de Viscachani, por tanto podríamos considerarla como el final de un proceso de desarrollo tecnológico y cultural de la zona. Chiripa se desarrolla en torno al lago Titicaca, en este caso es difícil pensar en cual es su origen, sin embargo consideramos que en torno a los 2.000 AC tiene inicio esta cultura. Se le atribuyen restos arqueológicos como “la horca del Inka”, observatorio solar ubicado en la península de Copacabana, así como otros elementos encontrados en torno al lago Titicaca en el lado boliviano y de los cuales podemos encontrar restos en los museos de Tiwanacu.
En torno al 1.500 AC aparece, muy cerca del lago, la cultura Tiwanaku. Es probable que como fruto de las relaciones con Chiripa se convierta en la continuación de esta después de su desaparición.
Hacia el 1.200 DC, la cultura Tiwanacu desaparece, no sin antes dejar una profunda huella que se puede encontrar en el vasto territorio descrito anteriormente. Las teorías entorno a su desaparición se contrastan. Una establece el ocaso de la cultura tras un sismo de gran magnitud, desechada debido a que la zona en esa época ya no era sísmica. Una segunda teoría establece que una sequía de casi 100 años habría diezmado la población y debilitado la organización en torno al centro ceremonial, ocasionando la fragmentación del imperio. Una tercera teoría que desestima la sequía y el terremoto se refiere a una posible invasión de algún grupo militarmente estructurado, que amparado en que en Tiwanacu al parecer no existía una tradición militar, se impuso en la región estableciendo un nuevo centro político administrativo y posiblemente también religioso en otro sitio. Para las correspondencias de la época un grupo en tales condiciones podría haber sido la cultura Mollo.
La cultura Mollo aparece en torno al 700 DC y se extiende hasta el 1300 o 1400 DC. Se ubicaba en varias ciudadelas construidas entre los 1500 y 3000 msnm en las pendientes que conducen desde la cordillera real hacia las selvas amazónicas. La más conocida es la de Iskanwaya, en la cual destacan las casas trapezoidales (posiblemente influyeron en la forma de construir Inka) con espacios interiores divididos entre dormitorio y vestíbulo dejando un espacio por debajo de la vivienda para almacenar alimentos. La ciudadela estaba bien amurallada posiblemente para evitar el saqueo o la invasión de pueblos de las selvas. Tenían un sistema de cultivo en terrazas y lo dotaban de agua mediante canales de riego que eran a su vez alimentados por acueductos que traían el agua desde las vertientes provenientes de los nevados de la cordillera. Poseían una rica cerámica y tenían la capacidad de moverse en diferentes pisos ecológicos para abastecerse de productos alimenticios.
La desaparición de Mollo se confunde con la llegada de los Inka, quienes probablemente absorbieron a esta población y aprendieron de ellos algunas técnicas de construcción, pero también con el crecimiento de los señoríos aymaras, los cuales poblaron toda la zona altiplánica y de valles circundantes. Los Kolla, como se generaliza a los señoríos aymara abarcaron toda la región alta de lo que una vez fue el imperio Tiwanaku. Eran clanes rivales entre si, que posteriormente fueron sometidos por los Inka, tras cruentas y sanguinarias batallas.
Hacia el 1400 DC, el territorio andino asiste al nacimiento de una cultura que se ubica mucho más al Norte de Tiwanacu y Mollo, pero que en la mitología de sus orígenes habla acerca del lago Titicaca como el punto de inicio de sus fundadores. El mito narra que Manko Cápac y Mama Okllo, que eran hermanos, hijos del sol y de la luna, nacidos en las islas del lago Titicaca, recibieron la orden de dirigirse hacia el Norte del lago y de fundar allí un imperio. El lugar elegido fue Cuzco. El imperio Inka se expandió aún más de lo que hizo Tiwanacu, llegando hasta lo que hoy es Quito, Ecuador y abarcando las extensiones influenciadas por Tiwanacu en el Sur y en las selvas amazónica y chaqueña. Su sistema de conquista al parecer fue militar y su interés era el de mantener una hegemonía sobre las tierras cultivables y sobre la población que con el tiempo fue sometida a hablar el idioma quechua. Destacan hasta la llegada de los españoles, 13 soberanos; los últimos dos, hijos de diferentes mujeres del Inka Wayna Qhapaj, debieron gobernar el imperio dividido en: norte para Atau Wallpaj y sur para Waskar; sin embargo, en las postrimerías de la llegada de los españoles, Waskar declara la guerra a su hermano Atau Wallpaj pero la pierde en la batalla de Qëpaipa. Muy poco tiempo después Pizarro pone fin al imperio Inkaico en la emboscada de Cajamarca en la que toma prisionero a Atau Wallpaj y posteriormente lo ejecuta.
Viscachani:
El hombre llegó a los andes durante la era cuaternaria, convivió con los grandes animales del periodo, como el tigre de dientes de sable y otros. Algunos de estos animales se transformaron pero la mayoría no sobrevivieron tal el caso del caballo. La población debido a la corriente migratoria de cazadores procedente del norte, invadió los Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas de la última glaciación. Los nuevos migrantes se asentaron definitivamente desarrollando una cultura incipiente. A este período pre cerámico y pre agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani, que se adjudican una antigüedad de varios milenios. De Viscachani se hallaron piezas similares a las hojas de laurel que les sirvieron para la caza y se usaron adheridas a lanzas arrojadizas. En esta etapa ulterior estos pueblos cazadores convivieron con la fauna post-glaciar, desarrollaron una cultura incipiente relacionada con la arquitectura rupestre. A los pueblos cazadores les siguieron los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuya herencia quedan en el lago Titicaca y en las costas del Pacífico, en Huanchaco Perú. Sus descendientes son los Urus. Si consideramos el entorno físico de la región altiplánica situada entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental, tenemos la cuenca lacustre cuya historia está ligada a la fluctuante climatología de la zona. Según el informe de Ostrom hacia el año 10.000 antes de nuestra era el nivel del algo estaba 5 mts. más alto que el nivel actual, de manera que su extensión era mayor a la que conocemos. En el sur existía un gran lago, llamado Tauca, el cual cubría el territorio que ahora ocupan los salares de Uyuni y Coipasa y los lagos Poopo y Uru-Uru con una extensión de 43.000 kilómetros cuadrados. A partir del año 8.500 antes de nuestra era empiezan a decrecer las lluvias produciéndose una gran sequía hacia el año 5.00 a.c. Es entonces que el lago Tauca se seca y el lago Titicaca disminuye su volumen y extensión, quedando el lago menor o Wiñaymarca sin agua. Esto indica que culturas antiguas como la de Viscachani, quedaban muy cerca a las fuentes de agua. Es posible que los urus desciendan de pueblos similares a los de Viscachani, pueblos que estuvieron sujetos a una vida dependiente de la pesca y otros recursos que proporciona la cuenca lacustre, como la totora. A partir de la gran sequía las condiciones mejoraron y hacia el año 2.500 a.c. las condiciones hidrológicas fueron tan favorables que antes del año 1.000 a.c. aparecen las primeras culturas del formativo, como Wankarani y Chiripa y más tarde Pucara.
Wankarani:
La cultura Wankarani se desarrolló en los actuales departamentos de La Paz y Oruro, al norte y noreste del Lago Poopó. Creció en base a asentamientos aldeanos, conoció la manufactura de cerámica y la escultura en piedra.
La antiguedad de esta cultura se remonta al año 1.200 antes de nuestra era y pervive hasta el siglo segundo después de Cristo. Establecida en una región de puna donde las condiciones de vida son sumamente duras no llegó a desarrollarse plenamente, manteniendo su estado de tipo aldeano hasta sucumbir al influjo de la expansión tiahuanacota. Los hombres de la cultura Wankarani practicaron la agricultura y su economía se basjó en el pastoreo de camélidos de donde sacaban la lana para su vestimenta. Llevaban caravanas de llamas a través del altiplano, probablemente conectando las tieras altas con las costas del pacífico. Conocían la fundición del cobre por medio de huairas que son hornos de barro que funcionan con el viento y que se colocaban en lugares propicios. Usaban hojas de cuarcita y heliobasalto procedentes de las canteras de Querimita en sus instrumentos de labranza. La cultura Wankarani cuenta con 17 sitios entre los que sobresalen Pucara de Belén, Upsa-Upsa, Kella-Llollu y Wankarani propiamente dicho. Llegaron a tener algunas aldeas sobre las escribaciones del valle cochabambino.
Esta cultura se desarrolla durante el período Formativo y es anterior a la aparición de las altas culturas, como Tihuanaco. Sus aldeas están situadas sobre montículos algunos de los cuales son muy extensos, como el Upsa-Upsa que tiene 150 mts de longitud por 150 mts de ancho. Las casas son de adobe y de planta circular con un diámetro máximo de seis metros; posiblemente se cubrían de paja. Estas viviendas se hallaban muy próximas unas de otras en un asentamiento sumamente denso; la aldea se rodeaba de una muralla, como puede verse en Kella-Kollu, cuyo perímetro tiene cimiento de piedra. No hay diferenciación en las viviendas lo que hace suponer que estamos en una sociedad igualitaria, previa a la división de clases y a la concepción especializada del trabajo.
No hay restos de construcciones correspondientes a centros religiosos, ni templos; tan solo se han encontrado cabezas de camélidos, especialmente llamas, tallados en piedra con un largo cuello espigado. No están asociados a ninguna pared por los que se supone que se clavaban enel suelo. Posiblemente responden a una concepción religiosa y ceremonial. La cerámica carece de pintura; son especialmente significativas las figurillas humanas modeladas.
nos relata como empezo a crearce nuestra bolivia y como fue desarrollandose a medida q a pasado los años como llegan a conquistar nuevas tierras a poblarlas.
DESARROLLO:
Prehistoria de Bolivia:
Los primeros seres humanos en llegar a América lo hicieron posiblemente hace unos 100 o 50 mil años atrás. Si bien existen dos teorías acerca de su llegada, la que tiene mayores asideros es la del cruce a través del estrecho de Bering y su posterior difusión a lo largo de todo el continente en el arco de 10 mil años. La otra teoría se refiere a oleadas de navegantes que llegaban desde la polinesia a través del océano Pacífico.
Pero este no es el único tema inconcluso, puesto que la llegada del hombre al altiplano boliviano 30 o 35 mil años atrás, es también tema de discusión, pues existen dos posibles llegadas: desde el occidente provenientes de las costas del pacífico o del oriente provenientes del amazonas. Los elementos para tratar el tema son aún insuficientes. lo que podemos afirmar es que entre el 25.000 AC y el 10.000 AC, que es el periodo en el que los seres humanos se asientan en el altiplano, se da un periodo glaciar, que probablemente extinguió algunas especies animales y vegetales de las que no tenemos conocimiento, pero el hecho es que al finalizar el periodo glaciar podemos describir el paisaje altiplánico de la siguiente manera: en las faldas de la mayoría de las montañas abundaban bosquecillos de kiñua y Kiswara (árboles andinos), a lo largo del altiplano islotes de thola (arbusto andino) sobresalían en medio de las praderas ricas en estipas y festucas (pastizales altiplánicos). Gran cantidad de Camélidos como vicuñas, alpacas, llamas y wanacos y también ciervos habitaban estos lugares aprovechando su riqueza vegetal, sus depredadores naturales eran el puma, el gato montés, y aves como el cóndor, el águila y el halcón otros animales más pequeños como el zorro, la viscacha, perdices, patos y roedores, aves y pájaros hacían de la región un lugar muy rico en fauna, sin desmerecer la riqueza de peces que existía en los dos lagos principales, el Titicaca al Norte y el Poopó en la parte central. La particularidad de esta región es que los cambios climáticos entre estaciones no se diferenciaban mucho, esencialmente se distinguían como se distinguen hoy la estación de lluvia y la estación seca y las variaciones de temperatura entre estaciones eran pequeñas debido a la altura (3.800 msnm promedio) y a la cercanía al trópico. Esta particularidad permitía que los animales, ya adaptados a estas condiciones en tantos miles de años, no migren con las cambios climáticos estacionales. Los primeros pobladores de estas regiones se refugiaron en las cavernas (a demostración de esto la cantidad de pintura rupestre encontrada en las cavernas a lo largo de todo el altiplano boliviano). El tema principal de estas pinturas eran los camélidos, animales que se iban a constituir en un elemento fundamental para las demás culturas en la región, puesto que iban a brindar carne, pieles, lana y transporte a las diferentes culturas que se desarrollan en la zona. Sucede pues que el altiplano, sobre todo en las regiones circunlacustres brindaba condiciones excepcionales que permitían el asentamiento de pobladores, su sedentarización y su desarrollo en culturas de una manera paragonable a lo que fue el mediterráneo para las culturas que en torno a él se desarrollaron.
No existen suficientes elementos para reconstruir una verdadera cronología del arribo del hombre a América, pero podemos establecer que alrededor del 5.000 AC se comienzan a encontrar vestigios de cultura como pueden ser la cerámica o la perfección del trabajo en piedra. En los andes van desapareciendo las armas puesto que ya tienen la capacidad de domesticar animales útiles para su sobrevivencia. El hombre andino se asienta en torno a los lagos y aprovecha todos los recursos sean lacustres como terrestres para iniciar un proceso de tecnificación agrícola y pecuario, así como metalurgico y lítico. La región se lo permite y a pesar de ser una zona difícil para la agricultura por sus bajas precipitaciones pluviales y por los devastadores efectos que cíclicamente las corrientes de Humbolt tienen sobre esta región, el hombre es capaz de crear sistemas agrícolas para combatir estos elementos, inicia la domesticación de plantas silvestres de las que la mayor prueba es la papa, venenosa en sus especies silvestres y mejorada para el consumo por el hombre andino.
La prehistoria del hombre boliviano de tierras bajas lamentablemente ha demostrado grandes dificultades para su estudio comenzando por el hecho que los instrumentos construidos por estos eran de origen orgánico y que la acidez del suelo no ha permitido que se conserven hasta la actualidad y por tanto haciendo imposible encontrar material para datar por medio del sistema de carbono 14. La cerámica nos brinda elementos que sólo podemos correlacionar con culturas ya afincadas en el altiplano como ser el caso del Tiwanacu o Inca. Otro tema a considerar es la dificultad de acceso y traslado en las selva amazónica que impide el trabajo y el estudio. es por esta razón que la mayoría de lo estudiado en esta región se lo ha hecho empleando analogías que en muchos casos han tornado la situación menos clara que al principio.
Culturas Precolombinas
Existen muchos restos de culturas precolombinas que se desarrollaron en las regiones del altiplano, del valle, del amazonas y del chaco de lo que es el actual territorio boliviano. Sin embargo los estudios efectuados sobre todo en la región andina del altiplano, nos obligan a centrar nuestra atención en esta zona. Los primeros restos encontrados en los andes tienen como centro de estudio la zona de Viscachani, población muy cercana a la ciudad de La Paz en dirección Sur, por la ruta que conduce a Oruro. Las excavaciones efectuadas en esta zona, empleando un sistema de excavación por niveles según la altura nos muestran que entre el 26 y el 14 mil AC en la zona existió un gran lago, que hoy conocemos como Minchin, el cual con el pasar del tiempo fue disminuyendo su extensión y de él sólo tenemos restos como el salar de Uyuni, el de Coipasa y el lago Poopó. Siguiendo este proceso de descenso se observa rastros arqueológicos de grupos humanos que avanzaban detrás de las aguas. Del análisis altitudinal se establece un avance tecnológico sobre todo ligado a la cacería o sea puntas de lanza y anzuelos, pues su principal fuente de provisión eran los camélidos o los peces del lago.
La agricultura aparece en torno al 7.000 AC de acuerdo a excavaciones efectuadas y dataciones hechas sobre restos de maíz encontrados en diferentes zonas del altiplano bajo y de los valles circunstantes.
Recién a partir del 3.000 AC encontramos restos de alfarería y cerámica o tallado de piedras. Las culturas Wankarani y Chiripa probablemente fueron las precursoras de la región. Wankarani se desarrolla en la región de Viscachani, por tanto podríamos considerarla como el final de un proceso de desarrollo tecnológico y cultural de la zona. Chiripa se desarrolla en torno al lago Titicaca, en este caso es difícil pensar en cual es su origen, sin embargo consideramos que en torno a los 2.000 AC tiene inicio esta cultura. Se le atribuyen restos arqueológicos como “la horca del Inka”, observatorio solar ubicado en la península de Copacabana, así como otros elementos encontrados en torno al lago Titicaca en el lado boliviano y de los cuales podemos encontrar restos en los museos de Tiwanacu.
En torno al 1.500 AC aparece, muy cerca del lago, la cultura Tiwanaku. Es probable que como fruto de las relaciones con Chiripa se convierta en la continuación de esta después de su desaparición.
Hacia el 1.200 DC, la cultura Tiwanacu desaparece, no sin antes dejar una profunda huella que se puede encontrar en el vasto territorio descrito anteriormente. Las teorías entorno a su desaparición se contrastan. Una establece el ocaso de la cultura tras un sismo de gran magnitud, desechada debido a que la zona en esa época ya no era sísmica. Una segunda teoría establece que una sequía de casi 100 años habría diezmado la población y debilitado la organización en torno al centro ceremonial, ocasionando la fragmentación del imperio. Una tercera teoría que desestima la sequía y el terremoto se refiere a una posible invasión de algún grupo militarmente estructurado, que amparado en que en Tiwanacu al parecer no existía una tradición militar, se impuso en la región estableciendo un nuevo centro político administrativo y posiblemente también religioso en otro sitio. Para las correspondencias de la época un grupo en tales condiciones podría haber sido la cultura Mollo.
La cultura Mollo aparece en torno al 700 DC y se extiende hasta el 1300 o 1400 DC. Se ubicaba en varias ciudadelas construidas entre los 1500 y 3000 msnm en las pendientes que conducen desde la cordillera real hacia las selvas amazónicas. La más conocida es la de Iskanwaya, en la cual destacan las casas trapezoidales (posiblemente influyeron en la forma de construir Inka) con espacios interiores divididos entre dormitorio y vestíbulo dejando un espacio por debajo de la vivienda para almacenar alimentos. La ciudadela estaba bien amurallada posiblemente para evitar el saqueo o la invasión de pueblos de las selvas. Tenían un sistema de cultivo en terrazas y lo dotaban de agua mediante canales de riego que eran a su vez alimentados por acueductos que traían el agua desde las vertientes provenientes de los nevados de la cordillera. Poseían una rica cerámica y tenían la capacidad de moverse en diferentes pisos ecológicos para abastecerse de productos alimenticios.
La desaparición de Mollo se confunde con la llegada de los Inka, quienes probablemente absorbieron a esta población y aprendieron de ellos algunas técnicas de construcción, pero también con el crecimiento de los señoríos aymaras, los cuales poblaron toda la zona altiplánica y de valles circundantes. Los Kolla, como se generaliza a los señoríos aymara abarcaron toda la región alta de lo que una vez fue el imperio Tiwanaku. Eran clanes rivales entre si, que posteriormente fueron sometidos por los Inka, tras cruentas y sanguinarias batallas.
Hacia el 1400 DC, el territorio andino asiste al nacimiento de una cultura que se ubica mucho más al Norte de Tiwanacu y Mollo, pero que en la mitología de sus orígenes habla acerca del lago Titicaca como el punto de inicio de sus fundadores. El mito narra que Manko Cápac y Mama Okllo, que eran hermanos, hijos del sol y de la luna, nacidos en las islas del lago Titicaca, recibieron la orden de dirigirse hacia el Norte del lago y de fundar allí un imperio. El lugar elegido fue Cuzco. El imperio Inka se expandió aún más de lo que hizo Tiwanacu, llegando hasta lo que hoy es Quito, Ecuador y abarcando las extensiones influenciadas por Tiwanacu en el Sur y en las selvas amazónica y chaqueña. Su sistema de conquista al parecer fue militar y su interés era el de mantener una hegemonía sobre las tierras cultivables y sobre la población que con el tiempo fue sometida a hablar el idioma quechua. Destacan hasta la llegada de los españoles, 13 soberanos; los últimos dos, hijos de diferentes mujeres del Inka Wayna Qhapaj, debieron gobernar el imperio dividido en: norte para Atau Wallpaj y sur para Waskar; sin embargo, en las postrimerías de la llegada de los españoles, Waskar declara la guerra a su hermano Atau Wallpaj pero la pierde en la batalla de Qëpaipa. Muy poco tiempo después Pizarro pone fin al imperio Inkaico en la emboscada de Cajamarca en la que toma prisionero a Atau Wallpaj y posteriormente lo ejecuta.
Viscachani:
El hombre llegó a los andes durante la era cuaternaria, convivió con los grandes animales del periodo, como el tigre de dientes de sable y otros. Algunos de estos animales se transformaron pero la mayoría no sobrevivieron tal el caso del caballo. La población debido a la corriente migratoria de cazadores procedente del norte, invadió los Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas de la última glaciación. Los nuevos migrantes se asentaron definitivamente desarrollando una cultura incipiente. A este período pre cerámico y pre agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani, que se adjudican una antigüedad de varios milenios. De Viscachani se hallaron piezas similares a las hojas de laurel que les sirvieron para la caza y se usaron adheridas a lanzas arrojadizas. En esta etapa ulterior estos pueblos cazadores convivieron con la fauna post-glaciar, desarrollaron una cultura incipiente relacionada con la arquitectura rupestre. A los pueblos cazadores les siguieron los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuya herencia quedan en el lago Titicaca y en las costas del Pacífico, en Huanchaco Perú. Sus descendientes son los Urus. Si consideramos el entorno físico de la región altiplánica situada entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental, tenemos la cuenca lacustre cuya historia está ligada a la fluctuante climatología de la zona. Según el informe de Ostrom hacia el año 10.000 antes de nuestra era el nivel del algo estaba 5 mts. más alto que el nivel actual, de manera que su extensión era mayor a la que conocemos. En el sur existía un gran lago, llamado Tauca, el cual cubría el territorio que ahora ocupan los salares de Uyuni y Coipasa y los lagos Poopo y Uru-Uru con una extensión de 43.000 kilómetros cuadrados. A partir del año 8.500 antes de nuestra era empiezan a decrecer las lluvias produciéndose una gran sequía hacia el año 5.00 a.c. Es entonces que el lago Tauca se seca y el lago Titicaca disminuye su volumen y extensión, quedando el lago menor o Wiñaymarca sin agua. Esto indica que culturas antiguas como la de Viscachani, quedaban muy cerca a las fuentes de agua. Es posible que los urus desciendan de pueblos similares a los de Viscachani, pueblos que estuvieron sujetos a una vida dependiente de la pesca y otros recursos que proporciona la cuenca lacustre, como la totora. A partir de la gran sequía las condiciones mejoraron y hacia el año 2.500 a.c. las condiciones hidrológicas fueron tan favorables que antes del año 1.000 a.c. aparecen las primeras culturas del formativo, como Wankarani y Chiripa y más tarde Pucara.
La cultura Wankarani se desarrolló en los actuales departamentos de La Paz y Oruro, al norte y noreste del Lago Poopó. Creció en base a asentamientos aldeanos, conoció la manufactura de cerámica y la escultura en piedra.
La antiguedad de esta cultura se remonta al año 1.200 antes de nuestra era y pervive hasta el siglo segundo después de Cristo. Establecida en una región de puna donde las condiciones de vida son sumamente duras no llegó a desarrollarse plenamente, manteniendo su estado de tipo aldeano hasta sucumbir al influjo de la expansión tiahuanacota. Los hombres de la cultura Wankarani practicaron la agricultura y su economía se basjó en el pastoreo de camélidos de donde sacaban la lana para su vestimenta. Llevaban caravanas de llamas a través del altiplano, probablemente conectando las tieras altas con las costas del pacífico. Conocían la fundición del cobre por medio de huairas que son hornos de barro que funcionan con el viento y que se colocaban en lugares propicios. Usaban hojas de cuarcita y heliobasalto procedentes de las canteras de Querimita en sus instrumentos de labranza. La cultura Wankarani cuenta con 17 sitios entre los que sobresalen Pucara de Belén, Upsa-Upsa, Kella-Llollu y Wankarani propiamente dicho. Llegaron a tener algunas aldeas sobre las escribaciones del valle cochabambino.
Esta cultura se desarrolla durante el período Formativo y es anterior a la aparición de las altas culturas, como Tihuanaco. Sus aldeas están situadas sobre montículos algunos de los cuales son muy extensos, como el Upsa-Upsa que tiene 150 mts de longitud por 150 mts de ancho. Las casas son de adobe y de planta circular con un diámetro máximo de seis metros; posiblemente se cubrían de paja. Estas viviendas se hallaban muy próximas unas de otras en un asentamiento sumamente denso; la aldea se rodeaba de una muralla, como puede verse en Kella-Kollu, cuyo perímetro tiene cimiento de piedra. No hay diferenciación en las viviendas lo que hace suponer que estamos en una sociedad igualitaria, previa a la división de clases y a la concepción especializada del trabajo.
No hay restos de construcciones correspondientes a centros religiosos, ni templos; tan solo se han encontrado cabezas de camélidos, especialmente llamas, tallados en piedra con un largo cuello espigado. No están asociados a ninguna pared por los que se supone que se clavaban enel suelo. Posiblemente responden a una concepción religiosa y ceremonial. La cerámica carece de pintura; son especialmente significativas las figurillas humanas modeladas.
CONCLUSIÓN:
nos da a conocer que aspectos importantes sucedieron para poder llegar a crearse nuestro mundo como lo conquistaron y cuales fueron sus primeras culturas.
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